Génova va con todo. Toque de corneta judicial en el principal partido de la oposición para combatir al Gobierno. Una vía que no pilla por sorpresa a un PSOE que ha redoblado su presión hacia el Partido Popular en esta nueva afrenta legal. Mientras el Tribunal Constitucional dirime el alud de recursos a cuenta de la reforma de las mayorías para elegir a los jueces de la corte de garantías, Podemos blande la espada de la desobediencia. Estrategia que se niegan a seguir desde Ferraz, apelando al “respeto” que la formación socialista siempre ha tenido hacia la “separación de poderes”. Una consideración que no comparten en la principal fuerza de la oposición.

La portavoz socialista ha apelado al “respeto” y “responsabilidad” que se le presuponen a un partido de Estado y de gobierno como el Partido Popular. Cualidades que a juicio de Alegría no suelen predominar en Génova. El PSOE ha denunciado la “peligrosa” deriva en la que llevan sumidos los conservadores desde el año 2019, agravada por este último enfrentamiento -ya judicial- a costa del articulado que trastoca las mayorías parlamentarias para designar a los magistrados del Tribunal Constitucional.

En Ferraz alertan de que el persistente “bloqueo” de los conservadores puede desembocar en una “crisis institucional sin precedentes”. Advertencia similar a la que ha verbalizado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ante los micrófonos de RNE. Los socialistas esperan que la moneda del Constitucional les salga cara y que la decisión de los magistrados sea “fundamentada a derecho” y se nutra del caldo primordial de la democracia.

Ante la incertidumbre intrínseca al cónclave de la corte de garantías, el socio minoritario de la coalición ya ha propuesto vías alternativas, aunque Ferraz ha optado por criogenizar la proposición de Podemos. Los morados han agitado el fantasma de la desobediencia judicial, pero sin hallar la sintonía de los socialistas, que optan por acatar el dictamen del tribunal.

Desde el minuto uno, el PP ha deslegitimado a este Gobierno, al Poder Judicial y ahora pretenden hacerlo con el Congreso y Senado

Así lo ha trasladado la portavoz del PSOE en rueda de prensa. Alegría ha recordado el “respeto” que su formación siempre ha mantenido hacia la “separación de poderes”. Es decir, no ha lugar a un acto de desobediencia en caso de que se paralice la votación en el Senado. Fuentes próximas a la ejecutiva federal recuerdan que, como ya se especulara la pasada semana con Meritxell Batet, el papelón recaería sobre el presidente de la Cámara Alta y en el cuartel general socialista no están por la labor de encabezar la rebelión.

Guerra judicial

Con las puertas del Constitucional selladas a cal y canto, el foco de la noticia se repartía de manera alícuota entre las madrileñas calles de Ferraz y Génova. En la sede del principal partido de la oposición se respiraba ambiente previo a una gran batalla, con el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, declarando la guerra judicial a un PSOE que cargaba las tintas contra sus adversarios de la derecha. “Desde el minuto uno han deslegitimado a este Gobierno, al Poder Judicial y ahora pretenden hacerlo con el Congreso y Senado”, ha afeado la portavoz socialista y ministra de Educación.

Alegría ha subrayado que el Partido Popular se halla en una deriva “peligrosa”, pero no desde que Feijóo asumiera los mandos de Génova, sino desde que en noviembre de 2019 negaron la victoria electoral del PSOE. “La no aceptación de la derrota ha provocado esta situación”, ha continuado la portavoz de los socialistas, quien también ha resaltado que la única “anomalía” de España es la presencia de una “derecha antisistema” cada vez que se aleja de La Moncloa.

En consonancia con estas palabras, Feijóo ha prometido una contraofensiva contra el Gobierno de Pedro Sánchez. El gallego ha asegurado que “no es legítima” la línea de acción política de Moncloa y acusa al Ejecutivo de poner en jaque a la democracia” mediante una deriva de la que se “avergüenza” el propio jefe del Estado.

Precisamente la figura de Felipe VI ha sobrevolado la sede de Ferraz. Alegría, interrogada sobre si ha lugar a una intervención de la Corona en esta batalla que se dirime en el Constitucional, ha rechazado de pleno una suerte de arbitraje por parte de la Jefatura del Estado: “Está muy claro cuáles son las atribuciones del Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Máximo respeto hacia la Casa Real”.

Respeto, responsabilidad y sentido de Estado

Pilar Alegría ha reiterado durante su comparecencia que los conservadores han de volver a la moderación y rehuir la “división”. “Solo han trabajado a favor de la crispación, el enfrentamiento y la deslegitimación de todo. ¿Por qué esta actitud?”, se ha preguntado la dirigente socialista, quien acusa a los populares de abundar en el mantra del todo vale para recuperar el Gobierno. A pesar de considerarlo como un “brindis al sol”, la portavoz del PSOE ha subrayado que el PP debe regresar a la senda de la “responsabilidad” y el “respeto”, advirtiendo de los peligros del camino adquirido: “Ni ellos saben donde va a concluir”.

Con todo, en Ferraz optan por no adelantar acontecimientos y aguardan con recelo a la decisión final del tribunal de garantías. Es más, no se resignan a una resolución favorable. Así lo ha trasladado la portavoz socialista, que evita “adelantar pantallas”. “No me he puesto en el escenario de una respuesta negativa del TC porque no me lo quiero ni imaginar”, ha resuelto Alegría, mientras escondía los próximos pasos en caso de que se paralice la votación.