En un intento por desmarcarse de los escándalos que están salpicando – y cercando – a su padre, Juan Carlos I, Felipe VI anunció el domingo que renunciaba a la herencia que le transmitiera su padre. Sin embargo, este hecho queda en un anuncio de cara al futuro, pues el Código Civil anula esta decisión que ya “conoce” el Rey emérito.
“Nadie podrá aceptar ni repudiar sin estar cierto de la muerte de la persona a quien haya de heredar y de su derecho a la herencia”. Así reza el artículo 991 del Código Civil que declara nula cualquier renuncia a la herencia de una persona hasta que esta fallezca.
Por lo tanto, el sentido del comunicado de Casa Real constata el deseo del Monarca de desvincularse de su padre y, por tanto, anunciar que, llegado el momento, rechazará herencia que el Rey emérito le hubiese legado.
Fundación Lucum
Felipe VI también anuncia su repudia "a cualquier activo, inversión o estructura financiera cuyo origen, características o finalidad puedan no estar en consonancia con la legalidad o con los criterios de rectitud e integridad que rigen su actividad institucional y privada y que deben informar la actividad de la Corona”.
En este punto se hace referencia a las informaciones que le situaban como beneficiario de la Fundación Lucum. “Ha dirigido a su padre, el Rey don Juan Carlos, que dejara sin efecto tal designación, manifestando igualmente que no aceptaría participación o beneficio alguno en esta entidad, renunciando asimismo a cualquier derecho, expectativa o interés”.
En el acto notarial del pasado 12 de abril de 2019, reconocen que se manifestó “no haber tenido conocimiento ni prestado consentimiento a participar en nombre propio o en representación de terceros, en particular de la Princesa de Asturias”.
Ante la “hipótesis” de que Felipe VI hubiera sido designado “unilateralmente” como heredero, “manifestó no aceptar participación o beneficio alguno en dichos activos y renunciar a cualquier derecho, expectativa o interés que pudiera corresponderles en el futuro”.
