La fijación de Felipe González con Pedro Sánchez está llevando al expresidente del Gobierno hasta límites insospechados. El último ha sido un Curso de Talento organizado por el Instituto de Liderazgo Político, presidido por María Dolores de Cospedal, exministra del Gobierno de Mariano Rajoy. El político andaluz ha encontrado hueco en los actos de la derecha, desde donde difunde los mismos argumentarios que los organizadores y lanza halagos a extremistas como Javier Milei, y quizá también una contraprestación económica, aunque desde su entorno aseguran que "no ha recibido ninguna retribución".
La Fundación Felipe González ha aclarado que, a pesar de que hay diversas fuentes apuntan a ElPlural.com que tal cobro se ha producido, el expresidente del Gobierno no percibió un euro de su colaboración con el Instituto Político. "No ha recibido ninguna retribución", resuelven. En paralelo, desde esta organización, sin embargo, no aclaran si el pago es algo generalizado para todos los participantes, entre los que se encontraban en esta ocasión Esperanza Aguirre, expresidenta de la Comunidad de Madrid, o Juan Lobato, exsecretario general del PSOE de Madrid.
Discurso derechista y alabanzas a Milei
El actual jefe del Ejecutivo no es santo de la devoción de González, que se codea con personalidades del Partido Popular (PP) y centra su oposición en el secretario general del PSOE, que se supone que sigue siendo el partido en el que milita. Esta debacle le ha llevado en tan solo una semana a posicionarse con el discurso del jefe de Gabinete de Isabel Díaz Ayuso, pidiendo la dimisión del fiscal general por destapar el bulo de Miguel Ángel Rodríguez; y a dedicar alabanzas y una cariñosa descripción al presidente ultraderechista de Argentina, Javier Milei.
Todo ello en un mismo foro compartido con Cospedal, Aguirre y Lobato, entre otros, en el que González aseguró que el liderazgo a veces puede ser “perverso y malvado”. Un buen líder, a ojos del expresidente, “debe tener un proyecto” que tenga como motor mejorar la vida de sus conciudadanos y que sea capaz, a su vez, de conectar con el “estado de ánimo” de la gente. Y el mejor ejemplo que encontró de ello es el de un ultraderechista que está arrasando con las clases populares de su país: Javier Milei.
El ex secretario general del PSOE se reafirmó en que el buen líder debe contar con un proyecto con el que se sienta comprometido “de manera no mercenaria”, además de estar capacitado para “coordinar equipos humanos” y esta descripción considera que se traslada a las mil maravillas a Argentina, ya que no consiguió encontrar un ejemplo (de los miles) mejor. “Con tu motosierra y todo, se hizo cargo del estado de ánimo de una sociedad harta, harta, harta. Él rompió la baraja y dijo ‘vamos a meterle motosierra a todo”, trasladó, pese a reconocer que Milei no cuenta con un proyecto político.
Discurso ayusista contra el fiscal general
No obstante, el posicionamiento de González esta semana no se ha quedado en las alabanzas al ultra argentino, pues también decidió abordar el caso montado desde la Puerta del Sol contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. Un motivado por el fraude del novio de Isabel Díaz Ayuso, reconocido por su propio abogado, y por la defensa desde la administración pública de lo que se suponía que solo era “un particular”. Aspectos que se le olvidaron mencionar a González.
El caso que más preocupa de todos los asuntos generales al que defendiera las siglas del PSOE es el del fiscal porque incide sobre el "funcionamiento del sistema", trasladaba este miércoles en una entrevista concedida a Telecinco. "Yo si estuviera en su lugar dimitiría, pero no por aceptar la responsabilidad que me atribuyen, no por aceptar que haya incumplido, sino por no perjudicar la institución a la que represento", añadía. Por esto, por “dignidad” al cargo y por “sufrimiento personal”.