El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, apura las últimas jornadas de la campaña electoral en Andalucía para llamar al voto útil de su candidato, Juan Manuel Moreno Bonilla. Además, ha aprovechado para descargar toda responsabilidad de un previsible Gobierno con Vox en los socialistas, a quienes ha retado diciendo que “si les molesta Vox, que lo acrediten”. Pero de lo que se olvida el popular es de que tres de sus presidentes autonómicos lo son gracias a la ultraderecha.

Feijóo ha asegurado en un acto en Almería que hay “dos grandes partidos con muchísimo interés” en que Vox esté en el gobierno de la Junta de Andalucía, el propio Vox y el PSOE, por eso ha retado a los socialistas a que “acrediten” que de verdad les “molesta” el partido de Santiago Abascal. “El PSOE lleva toda la campaña en que Vox ha de estar en el Gobierno de la Junta y no somos ni Vox ni el PSOE”, ha añadido.

“Nuestro objetivo es pactar directamente con los votos que salgan de las urnas, sin intermediarios. Si obtenemos un resultado lo suficientemente sólido podremos gobernar en Andalucía el lunes a las ocho de la mañana. No voy a entrar en los intereses de Vox ni en los del PSOE, sino en defender los intereses de los andaluces”, ha aseverado.

El PP ya ha pactado con Vox

Pese a descargar toda la responsabilidad de un posible pacto con Vox en Andalucía en el PSOE, Alberto Núñez Feijóo se olvida de que tres de sus presidentes autonómicos han abrazado ya a los ultras de Abascal, y uno de ellos bajo su propio visto bueno, ya que ya era presidente del PP cuando se produjo la investidura. Alfonso Fernández Mañueco, presidente de Castilla y León, ha sido el último en llegar a un entendimiento con los de la extrema derecha, incluyéndolos por primera vez desde la Transición en un Gobierno. Mañueco conformó el pasado mes de abril un gobierno al puro estilo Vox: nueve hombres y solo tres mujeres.

Pero no es el único popular en abrazarse a la ultraderecha. Ya antes lo había hecho Isabel Díaz Ayuso, que, pese a los buenos resultados en la Comunidad de Madrid en las elecciones del 4 de mayo de 2021, no consiguió mayoría absoluta para gobernar en solitario y necesitó a los 12 parlamentarios de Vox para conseguirla.

No obstante, el primero en formar su Ejecutivo gracias a los votos de la extrema derecha fue Moreno Bonilla, que, aunque en la campaña reniega de ellos, conoce muy bien que volverán a ser determinantes. En las elecciones de diciembre de 2018, Vox entró por primera vez en un parlamento autonómico, y sus doce parlamentarios facilitaron que PP y Ciudadanos formaran una coalición en la comunidad.

En esta ocasión, Vox no exigió entrar en el Ejecutivo, pero ante los nuevos comicios y viendo el auge que pueden experimentar, la situación ha cambiado. Claro lo ha dejado su candidata, Macarena Olona, que ha insistido en numerosas ocasiones durante esta campaña electoral que no darán ni un voto gratis. “Aunque solo necesite un escaño, usted no será presidente sin Vox en el Gobierno”, pronunció Olona en el debate celebrado en Canal Sur.