Génova ha acogido este martes la última reunión de la Ejecutiva del Partido Popular previa al parón veraniego, que se ha saldado con la intervención final del presidente de la formación, Alberto Núñez Feijóo. El líder de la oposición ha comparecido en una jornada marcada por la sentencia de los ERE, un dictamen judicial que, según ha manifestado el líder conservador, no usará como arma arrojadiza ni contra el PSOE ni contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. En paralelo, barones del partido han señalado al jefe del Ejecutivo y le han urgido a pedir “perdón”.

“No voy a usar ningún caso, por demoledor que sea, aunque sea el más grave de los 40”, sentenciaba Feijóo horas después de que un dividido Tribunal Supremo confirmara la condena a los expresidentes de la Junta de Andalucía por el caso de los ERE. En su intervención ante la última reunión del Comité Ejecutivo antes de las vacaciones estivales, el líder conservador ha proclamado que su partido no utilizará la sentencia para “desacreditar a todo el PSOE”. Tampoco para extrapolarlo a toda la “actividad política” española, como, lamenta, hicieron en el pasado con el Partido Popular.

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, Feijóo recordó que Sánchez sí situó el caso Gürtel como un mal endémico del Partido Popular. “Aunque lo sabemos, aunque nos consta, aunque ya esté dentro de la historia democrática de España, no me va a condicionar porque mi objetivo no es ser Pedro Sánchez”, ha argumentado el presidente de los conservadores, quien ha puntualizado que la Justicia ha dictado sentencia y también lo han hecho “las urnas”, lanzando la pelota al tejado del presidente del Gobierno. “Ahora es a él al que le corresponde tomar decisiones y depurar responsabilidades”, ha acotado.

Feijóo: “No voy a usar ningún caso, por demoledor que sea, aunque sea el más grave de los 40”

Falta de coordinación

Minutos antes de la comparecencia de Feijóo, los barones conservadores desfilaban por los aledaños del cuartel general popular, donde aprovechaban para ‘vengarse’ del argumentario socialista de los últimos años. El presidente de Murcia, Fernando López Miras, y el líder territorial del PP en Castilla-La Mancha, Paco Núñez, han afilado sus cuchillos para arrojarlos hacia el PSOE manifestando una evidente ausencia de concordancia con el discurso que su líder pronunciaría instantes después.

López Miras ha celebrado que la gestión del PSOE en Andalucía “afortunadamente forma parte del pasado”. Defiende que la región, bajo el mandato de Juanma Moreno Bonilla, afronta una era de “prosperidad”. En cualquier caso, el jefe del Ejecutivo murciano ha apostillado que esta noticia “no puede gustar a nadie” y entiende que se acentúe la “desafección” de la ciudadanía hacia la política.

Por su parte, el barón castellanomanchego, Paco Núñez, se ha mostrado más fiero contra los socialistas. A su juicio, es “muy urgente” que los principales líderes del PSOE “pidan disculpas” con carácter “inmediato” y reconozcan el fallo del Tribunal Supremo -algo que ya han trasladado desde Ferraz- y cataloguen a Chaves y a Griñán como dos “corruptos” que se invirtieron el “dinero de los parados andaluces en sus vicios y sus amigos”.

En este sentido, ha recordado que tanto Sánchez como su rival, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, defendieron a ultranza a los dos expresidentes andaluces. Por este motivo, según Núñez, han de salir “rápidamente” a pedir “perdón” y a reprobar la actuación de sus dos compañeros de partido, admitiendo que “se equivocaron” al apelar a su inocencia.

Por su parte, el sucesor de Feijóo en la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, ha insistido que es el “caso más grave de corrupción política” conocido hasta la fecha. Ha sostenido que es una mácula para una formación -el PSOE- a la que “tantas lecciones le gusta dar”, pero que guarda silencio sepulcral cuando las sentencias judiciales les afectan.