Las nietas de Joaquín García-Morato, el aviador favorito del dictador Francisco Franco, gestionaron la exhumación de los restos del militar de la capilla de la Iglesia del Carmen de Málaga. Sus restos yacían en una capilla de este templo desde 1971 donde fueron llevados tras haber estado enterrado en el cementerio de San Miguel desde su fallecimiento en una exhibición aérea el 4 de abril de 1939.

Evitar la polémica de Queipo o Franco

Según una información publicada en exclusiva por el diario La Opinión de Málaga, se trató de una iniciativa de su familia que se llevó a cabo en junio en un acto íntimo y sin difusión. Las tres de las nietas del militar han querido de esta forma evitar polémicas como las que se repiten con el general Queipo de Llano enterrado en la Basílica sevillana de La Macarena o que se sucedieran hechos como lo acontecidos durante la exhumación de Franco del Valle de los Caídos. Según este rotativo provincial  la exhumación tuvo lugar el pasado mes de junio en el transcurso de una ceremonia muy íntima. Un sacerdote dijo un responso y posteriormente se procedió a la exhumación del cadáver.

El aviador de Franco

Joaquín García Morato nació en Melilla en 1904. Para los partidarios de Franco fue considerado el mejor de lo aviadores del bando nacional. Para la historia quedará como uno de los responsables de las mayores atrocidades cometidas por la aviación “nacional”.

Joaquín García Morato, el aviador preferido de Franco.

Batalla del Jarama

Aunque el alzamiento franquista le sobrevino estando él en Inglaterra, rápidamente se vino para España poniéndose al servicio de la causa de los sublevados en armas contra la II República. Destacaron sus participaciones en la batalla del Jarama, en el asedio a la localidad malagueña de Antequera o en el cruel bombardeo masivo sobre Jaén. Las plazas andaluzas fueron bombardeadas indiscriminadamente siguiendo indicaciones del genocida Queipo de Llano.

Masacre de Jaén

En Jaén cayeron víctimas de las bombas de los aviones nacionales más de 150 personas. Comandando las escuadrillas de los cazas estaba García Morato. Allí cayeron 76 proyectiles sobre población civil en una ciudad que no poseía objetivos militares.

Tras acabar la guerra como héroe del franquismo, fallecería solo tres días después, el 4 de abril de 1939 al estrellarse su avión en el transcurso de una exhibición. Al ser su esposa natural de Málaga, García Morato, sus restos fueron enterrados con honores en esta ciudad.

En la lápida de la capilla que indicaba el lugar de su enterramiento hasta este pasado junio se podía leer: "Joaquín García Morato y Castaño. Primer Conde del Jarama. Comandante de Aviación”. Aún así la avenida que conduce al aeropuerto de la capital de la Costa del Sol conserva la denominación del aviador preferido de Franco.

Exhumación exigida desde hace años

La oposición de izquierdas en el Ayuntamiento de Málaga ha exigido en distintas iniciativas que sus restos fueran exhumados de un lugar tan destacado como el que ocupaba. En concreto la Comisión de Memoria Democrática del Ayuntamiento, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica y la Universidad de Málaga, instaron en febrero del pasado año a la Diócesis malacitana que los restos de García Morato fueran cambiados de lugar. Anteriormente, en julio de 2018, se exigió al equipo de Gobierno que lo pidiera el propio Ayuntamiento, aunque finalmente, por falta de competencias, se realizó por medio de la Comisión de Memoria Democrática como exigencia al Obispado. El Ayuntamiento del PP insistió en que no le correspondía decidir sobre los restos. Han tenido que ser sus nietos quienes al final acabaran con esta anomalía democrática.