Desde 2019, momento en el que el PSOE y Podemos conforman el primer Gobierno de coalición de la historia con el respaldo de los nacionalismos catalán y vasco, la derecha ha cargado las tintas contra ese acuerdo multicolor. PP y Vox, en conjunción con el extinto Ciudadanos, se refirieron a la citada mayoría como el Ejecutivo Frankenstein, aludiendo a la novela homónima de Mary Shelley. En contraposición, al menos en este 2023, el Partido Popular, con Alberto Núñez Feijóo a la cabeza, reclama a Pedro Sánchez sus votos para dejarles gobernar en una suerte de gran coalición. Sin embargo, si la palabra de los españoles el pasado 23J no bastara, una encuesta publicada por el diario El País y elaborada por 40dB muestra que la ciudadanía prefiere los acuerdos con PNV, EH Bildu, ERC y Junts que un acuerdo de las dos fuerzas del bipartidismo o cualquiera de las otras opciones que propone el candidato conservador.

El sondeo se enmarca en un momento en el que Alberto Núñez Feijóo apura sus opciones para seducir al férreo PNV, inmóvil en un ‘no’ que avanzaron desde prácticamente la misma noche electoral. La vía de Junts no parece más viable, dado que implica abrir diálogo con quienes el Partido Popular ha calificado como los “enemigos de España”. Ante ese escenario de absoluto aislamiento, el líder gallego ha puesto encima de la mesa la opción de una gran coalición y orillar así a los nacionalismos con un gran gobierno del bipartidismo. Alternativa rechazada por un PSOE que deja al conservador que se cueza a fuego lento y al que le augura un mes de septiembre “muy largo” ante la falta evidente falta de apoyos. De hecho, esgrimen que su maniobra “dilatoria” obedece a una jugada para “ganar tiempo y salvar su pellejo” ante el rugido de los motores que ya empiezan a sonar en los boxes de Génova 13.

Refrendo al pacto de Sánchez

A este escenario, además, se le añade el debate sobre la posible amnistía a los independentistas con causas judiciales pendientes por el procés; asunto del que la derecha no quiere ni oír hablar. En estas aguas navega ahora España, a la espera de que llegue ese 26 de septiembre -29 en segunda votación- que certifique el “fracaso” del candidato del PP. Sin embargo, antes de llegar a la cita, en una encuesta elaborada por 40dB para El País y la Cadena SER, uno de cada tres españoles defiende la política de pactos multicolor del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, frente a las alternativas que propone Núñez Feijóo; las cuales pasan por un acuerdo de PP y Vox, junto a PNV y los regionalistas (16%), así como la vía de que el PSOE facilitase su investidura (13%).

El 44% de los encuestados se declara favorable al mantra de “desjudicializar el conflicto catalán”. En frente, menos de un 40% que respalda todo lo contrario, que no es sino agotar la vía de los tribunales. El uso de las lenguas cooficiales en el Congreso, otra de las medidas que el Gobierno en funciones negocia con los socios independentistas, cosecha un rechazo del 47%, frente a un 40% que sí lo valora positivamente.

El resultado de los pasados comicios dejó un buen sabor de boca entre los votantes de las opciones de izquierda, aunque no ha desatado un estado de entusiasmo generalizado. Quienes lo interpretan favorablemente no son mayoría siquiera entre el electorado del Partido Socialista y Sumar, con un profundo sentir de decepción entre la derecha. En cualquier caso, en el conjunto de la población, un tercio no lo considera positivo ni negativo, mientras otro lo rechaza por completo y a un 20% restante no le dice ni mucho ni poco. Hasta un 18% de los ciudadanos respalda una repetición electoral, cuyos máximos exponentes, en su mayoría, son votantes de Vox (32%) y de los nacionalismos periféricos (21,7%)

¿Desjudicializar el procés?

En cambio, la fórmula que obtiene mayor aceptación entre los encuestados es el gran pacto de Sánchez con Sumar, PNV, EH Bildu, Junts y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Las opciones que, sin embargo, conducirían a Feijóo hasta la Moncloa tan solo seducen a menos de un 30% de los sondeados, mientras que sólo un 10% se decantaría por la vía de un Gobierno monocolor, encabezado por Pedro Sánchez y con un respaldo externo del Partido Popular.

La idea de la gran coalición con la que día sí y día también bombardean desde Génova, apenas despierta satisfacción. Una porción importante de los votantes del PP (38,6%) abogan por que sea el PSOE el que facilite el acceso a Moncloa al Partido Popular, aunque esa opción tan solo recibe el respaldo de un tímido 6,3% del electorado socialista. No obstante, la cuestión se equipara cuando se interroga sobre la posibilidad de que PP y PSOE alcanzasen un acuerdo para orillar la acción externa de los nacionalistas. El porcentaje de respuestas positivas se estanca en un 41,2%, frente a un 45% que lo rechaza de pleno.

En el sondeo no se pregunta expresamente por la posibilidad de una amnistía a los líderes independentistas encausados por el procés. De hecho, desliza el término “desjudicializar” el conflicto catalán; una opción que recaba un 44,2% de los apoyos, frente a un 39,4% que lo rechaza de pleno. Los votantes de izquierda inclinan la balanza hacia el sí, aunque hay un sector de votantes conservadores (28,2%) que también lo respalda.