España tiene actualmente “dos monarquías”, una la institucional, con carácter simbólico, con poco poder, más ahora que está debilitada, y otra la que no es, con instinto de monarquía absoluta”, según la opinión de Iñaki Gabilondo, quien, en su videoblog en el El País y la SER alerta de que Mariano Rajoy “está actuando como un verdadero imperator”.

Lo que se repite con la derecha
Es lo que sucede cuando gobierna en España la derecha, según afirma el veterano periodista, que al principio suele "disimular", pero luego va derivando hacia el “absolutismo”.

“El PP dice lo mismo en toda España, lo que le ordena Rajoy. A la izquierda le suele costar más estas unanimidades”, reflexiona Gabilondo, que recuerda cómo Felipe González en su etapa de máximo poder “prefería tragarse una antorcha en llamas que visitar algunas agrupaciones sociales para no oír cosas que no le agradaba oír”. La cosa cambia, según el periodista, cuando es la derecha la que tiene mayoría absoluta.

Aznar, de "hombre común a emperador"
Como ejemplo, Gabilondo pone el caso de Aznar, quien, mientras necesitaba la ayuda de otros, mantuvo su disfraz de hombre voluntarioso, funcionario, un hombre común como millones de hombres en España”, pero “cuando tuvo la mayoría absoluta entonces se coronó emperador. En El Escorial coincidiendo con la boda de su hija, empezó a levitar y a hacer lo que más le gusta en este mundo, que es dar miedo a los demás”.

Rajoy, en fase de muda, de camino a 'imperator'
En opinión del veterano periodista, Mariano Rajoy “parece que va por el mismo camino”, aunque ahora “está en fase de muda, está dejando atrás esa piel de burócrata, hipotenso que cumple escrupulosamente las instrucciones que recibe de Bruselas para empezar a mostrar otra piel, a lo mejor la suya verdadera y va actuando como un verdadero imperator”.

Recuerda que ya algunos en el partido hablan del “dedo divino” de Rajoy en medio de sus “cortesanos”, como .Javier Arenas, con pinta de “pajecillo viejo”. Este “abolutismo” es una “muy mala noticia, en opinión de Gabilondo, porque España es una democracia que “está mostrando señales de fatiga”.