En el despacho Martínez-Echevarría se declaran “atónitos, boquiabiertos, sorprendidos y defraudados” por la forma en la que ha salido del bufete el supuesto fichaje “estrella” que realizaron hace dos años y cuyo balance, tras esta experiencia, es que el exdirigente de Ciudadanos “aportó poco o nada” al despecho.

“Inventos” y “falsedades” de Rivera

Fuentes del despacho conocedoras del caso y de los entresijos insisten en estar defraudados y perplejos por su forma de marcharse, pero sobre todo por la declaraciones. Argumentos de Rivera que no dudan en calificar de falsos y que esconden una verdad detrás, la de que es posible que el próximo destino de Rivera sea la abogacía y de ahí que se haya “inventado esa trola” de que tanto él como su compañero de partido y ex secretario general de Cs, José Manuel Villegas (fichado en el mismo pack que Rivera), se van por “incumplimientos contractuales” del bufete.

Le advirtieron de que no iba a ser un trabajo de 8 horas

Las fuentes consultadas nos aseguran que “su productividad estaba ya en cotas muy preocupantes”, eufemismo de que la laboriosidad y eficiencia de Rivera estaba dejando mucho que desear para la firma. Recuerdan estas fuentes como cuando el catalán arribó a este prestigioso despacho de abogados tras abandonar la política, le advirtieron, “ante las ínfulas con las que llegó”, de que su nueva responsabilidad “no iba a ser un trabajo de 8 horas”. En este tipo de bufetes “hay que echar muchas horas y no 15 minutos al día o que pasen jornadas sin verlo aparecer”. Rivera se cree una “figura” o un “campeón pero la realidad es que en el trabajo está muy lejos de serlo”, nos comentan.

Se le fichó tras ser presentado por un amigo de miembros de la firma con el objetivo lícito de abrir mercado, especialmente en Madrid, y esto a todas luces no se ha producido.

¿Cuál será el nuevo destino de Rivera?

Aunque Rivera ha adelantado que su próximo trabajo se ubicará en la empresa privada y sin aclarar nada más, desde este despacho de abogados intuyen que será ligado a la abogacía o relacionado. Algo que en principio no será tan fácil pues Rivera firmó un contrato del que ha cumplido dos y aún le restan tres más con Martínez-Echevarría. “Firmaron un contrato con nosotros y si quieren dedicarse al sector farmacéutico o al inmobiliario o al aeronáutico, por ejemplo, pues bien, le deseamos mucha suerte, pero en la abogacía no lo tendrá tan fácil”, subrayan desde el despacho. De ahí las sospechas de que el “invento” que esgrime Rivera de “incumplimientos contractuales” no cuela salvo que haya una recomendación por parte del nuevo destino de utilizar ese argumento como estrategia para poder incorporarlo.  

Fachada del bufete de abogados Martínez-Echevarría

¿Temía Rivera su cese a la vista de su escasa rentabilidad según la firma?

Rivera fue contratado con el objetivo de ejercer de una especie de “relaciones públicas” y captar nuevos clientes. Su entrada fue algo altiva y soberbia pues exigió ser presidente ejecutivo y la vicepresidencia para Villegas así como unir su nombre a la denominación oficial del despacho que pasó a ser Martínez-Echevarría & Rivera. “Vino con muchas ínfulas” reconocen. La firma accedió, no sin mucho convencimiento, a sus pretensiones. Pero el balance que nos hacen desde fuentes autorizadas del despacho es que Rivera ha sido un bluf que, como tal, no ha cumplido para nada las expectativas prometidas. “Realmente no ha aportado nada en estos casi dos años”, nos dicen. De hecho no ahorran calificativos al subrayar que la productividad de Rivera “estaba llegando a cotas muy preocupantes”.

Rivera fue apercibido y advertido

En este tramo de la conversación destacan que eso no lo dice la firma ahora que se ha producido la “huída” por la puerta de atrás del exlíder de Ciudadanos. Lo cierto es que Rivera fue apercibido y advertido de su falta de laboriosidad hace tiempo. Eso justificaría también que se haya ido sin avisar, comunicándolo por correo electrónico de su abogado e inventándose falsas razones. “Rivera sabía que nos estábamos satisfechos y en ocasiones ni los veíamos”, critican estas fuentes. ¿Temía Rivera que fuera cesado a la vista de su escasa rentabilidad y dedicación aducida por la firma Martínez-Echevarría?

Huida de fin de semana

Nos comentan que resulta extraño que el pasado viernes “apareciera” por el despacho para la entrega de unos premios y tras el fin de semana, el mismo lunes, los propietarios del despacho se enterasen por la prensa. “No son formas. No sabemos qué le pasó ese fin de semana por la cabeza, no sabemos que le ocurrió”, comentan.

En cuanto al argumentario “inventado” por Rivera ponen un ejemplo de la actividad de los abogados: “Cuando declara un inocente acusado, este es coherente en sus planteamientos. En cambio cuando lo hace un culpable se evidencian desordenes e incorrecciones. Así vemos sus supuestas razones para la huída.

Martínez-Echevarría, una firma seria y prestigiada

El bufete Martínez-Echevarría -ahora ya sin el anexo and Rivera-es un despacho profesional de servicios jurídicos, tanto de asesoramiento como de tutela judicial, que desarrolla su actividad en España, Portugal y Turquía para empresas, familias y particulares. Fundado en 1983, cuenta con más de 250 profesionales y sedes en Madrid, Málaga, Marbella, Sevilla, Córdoba, Granada, Almería, Fuengirola, Estepona, Sotogrande, Lisboa, Oporto, Estoril, Estambul y otras ciudades lusas y turcas. Cuenta con gran prestigio considerándose en medios de la abogacía y jurídicos como una firma seria y solvente.