El hermano de Jorge García Tudela, uno de los policías asesinados en Afganistán, ha escrito una dura carta, en la que critica a “algunos” políticos que están utilizando el atentado “como un arma arrojadiza con la que obtener una ventaja en el proceso electoral”.

"No manchen la memoria de un hombre de honor"
“A éstos les ruego, que por favor, no manchen la memoria de un hombre de honor con su deshonor, que lo aparten de sus luchas cainitas impropias del pueblo que pretenden liderar. Siento envidia de la unidad del pueblo Francés frente a la indignidad que aquí mostramos”, escribe el hermano de Jorge García Tudela en su carta.

Las dos versiones del Gobierno
Los líderes políticos han condenado el atentado en los mítines, en los que se ha guardado un minuto de silencio.

Mariano Rajoy y el Gobierno en general mantuvieron durante un día que el objetivo del atentado no era España. “No era un ataque contra nosotros”, dijo el presidente, que al referirse al otro policía español muerto, Isidro Sanmartín afirmó: “Parece que las heridas no son de extrema gravedad, pero, insisto, lo están llevando al hospital".

El ministro de Asuntos Exteriores, García-Margallo, dijo que el ataque no iba dirigido directamente contra la Embajada española aunque ésta sufrió serios desperfectos. El sábado, 24 horas después de su primera versión, el Gobierno reconoció que había sido un “ataque contra España” y convocó el pacto antiyihadista, que algunos han interpretado como un intento de tapar el error de Rajoy, al minimizar el atentado.

"Apártenlo de sus luchas cainitas"
En su carta, el hermano de Jorge García Tudela subraya que éste “no murió por las balas o por las explosiones, Jorge murió por defender los valores en los que creía: su familia, su trabajo y una patria en libertad y justicia”, y espera y confía en que “su país le devuelva al menos una parte de ese esfuerzo ocupándose de su viuda e hijos”.

“Como Jorge, hay miles de personas que arriesgan su vida por estos mismos valores y que quizá nunca sean debidamente reconocidos. Hoy todos los medios se hacen eco de la noticia y los políticos hacen mención en sus mítines. Algunos ya apuntan a sucumbir a la tentación de utilizar este hecho como un arma arrojadiza con la que obtener una ventaja en el proceso electoral. A éstos les ruego, que por favor, no manchen la memoria de un hombre de honor con su deshonor, que lo aparten de sus luchas cainitas impropias del pueblo que pretenden liderar. Siento envidia de la unidad del pueblo Francés frente a la indignidad que aquí mostramos”, sigue la carta.

Debates oportunistas
“Mi hermano –continúa- murió asesinado por una barbarie contraria a todo en lo que él creía. Si hay que mejorar las condiciones de todos los que nos defienden, que se haga por una vez mostrando la unidad de un pueblo, todos juntos en una decisión única de combatir la sinrazón, y asegurar nuestras libertades y derechos frente a quienes nos las quieren arrebatar, pero ahora por favor dejen esto fuera de sus debates oportunistas”.

Un hombre que ponía pasión a todo
“Mi hermano (…) deja a su amada Gema y a sus dos ojos de la cara, Alejandro y Lucas, este último con tan solo nueve años, sin olvidar a una madre, suegros, hermanos, cuñados, tíos, primos, compañeros y amigos, que ya no seremos nunca más presa de sus interminables abrazos y pegajosos besos, ya que mostraba su amor con la misma pasión y entrega que ponía a todo aquello que hacía en la vida”, describe el hermano del policía muerto.