El Tribunal Supremo ha dado una sorpresa y ha admitido a trámite una de las dos demandas presentadas contra el rey Juan Carlos. Es la que ha presentado la ciudadana belga Ingrid Jeanne Satiau. Los doce magistrados de la Sala de lo Civil, reunidos este miércoles, tenían ante sí ésta admitida y otra demanda, en este caso del ciudadano español Alberto Sola Jiménez, que han rechazado. La sorpresa viene de que el fiscal había pedido que ambas solicitudes fueran rechazadas.

La fiscalía se oponía a ambas demandas
La fiscalía sostenía que ambas demandas debían ser desechadas porque no se acompañaban del principio de prueba necesaria que marca el artículo 767.1 de la Ley de Enjuiciamiento Civil. Un artículo en el que se establece que "no se admitirá en ningún caso la demanda sobre determinación o impugnación de la filiación si con ella no se presenta un principio de pruebas de los hechos en que se funde".



Esto quiere decir que debía presentarse documento que atestiguara que la madre del demandante y Juan Carlos habían sostenido relaciones sentimentales en el momento de su concepción. Los jueces, ante la vista de las pruebas han decidido admitir una y desechar, como decimos, la otra.

El demandante rechazado se considera primogénito de Juan Carlos I
El abogado de Solá Jiménez, Francesc Bueno, ha mostrado su rechazo a la decisión del Supremo porque había presentado en su momento su demanda, según él, acompañada de una prueba de ADN con "una fiabilidad superior al 99,9 por ciento". Esta demanda se presentó en junio pasado ante la Audiencia Provincial de Madrid, que la remitió al Supremo.

Solá asegura que Juan Carlos I había sostenido una relación con su madre biológica, Anna María Bach Ramon, durante su etapa como príncipe, en 1955. El nació en 1956 y por tanto se considera el primogénito de los hijos del rey.

La Casa Real, a través de un portavoz, se ha negado a comentar la noticia.