Este jueves, Mariano Rajoy desafió al líder socialista Pedro Sánchez: “Yo no soy un obstáculo, el obstáculo es Pedro Sánchez que quiere ser el presidente y exijo que se aclare y decida ya si quiere gobernar con Podemos o permitir que gobierne el PP con distintas fórmulas".



Rajoy tancredo... sólo en apariencia
Una descarga de responsabilidades propias que muy posiblemente adelanta lo que pretende hacer de nuevo el Presidente en funciones la próxima semana, cuando ponga cierre a la segunda ronda de conversaciones que está realizando Felipe VI.

Está siendo la ‘política Rajoy’ desde que se conocieron los resultados del 20D. En realidad un gesto habitual en él: esperar a que el tiempo y las circunstancias le eviten dar la cara, mientras va poniendo obstáculos para que su salida parezca la única posible. Lo hizo al asumir el gobierno en 2011 y presentar sus políticas como las únicas viables.

Ahora el obstáculo con el que amenaza cualquier otra solución que no pase por él es con el chantaje del bloqueo en el Senado.

El chantaje del Senado
Dice el diccionario de la Real Academia de la Lengua que chantaje es cualquier “presión que se ejerce sobre alguien mediante amenazas para obligarlo a actuar de determinada manera y obtener así dinero u otro beneficio”.

Mariano Rajoy, recordamos, dijo el pasado viernes en su sorprendente rueda de prensa en Moncloa al negarse a someterse a la investidura: "El Gobierno que propone el señor Sánchez me temo que no es un Gobierno ni moderado ni centrado, y me temo que es muy difícil gobernar cuando en el Senado, en la Cámara Alta, el Partido Popular tiene hoy la mayoría absoluta".

Cargó el arma. Y volvió a desenfundar al día siguiente en un acto en Córdoba ante militantes afirmó: "No podrán gobernar porque tenemos la mayoría en el Senado" ¿Convierte esto al presidente del gobierno en funciones en un chantajista?