La reforma exprés del Código Penal sigue dando de qué hablar. A falta de saber qué decide hacer el Tribunal Constitucional y la posterior votación del Senado, la normativa, que el jueves recibía el visto bueno del Congreso en un pleno en el que llovieron acusaciones de todo tipo, ha marcado y sigue marcando los discursos de los principales dirigentes políticos. En este sentido, este sábado, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha arremetido duramente contra el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, acusándole de estar “secuestrado por la extrema derecha” y de tener  “un problema con la democracia”.

En su intervención desde Zaragoza en un acto de Sumar, formación que lidera, Díaz ha criticado que el PP y Vox hayan solicitado a la Mesa del Senado que no permita la votación de la reforma del delito de sedición y otros asuntos aprobados ya inicialmente por el Congreso de los Diputados. “Feijóo pide que no dejemos votar a los senadores y senadoras”, ha lamentado la titular de Trabajo.

No obstante, los reproches de Díaz a Feijóo no solo han quedado aquí, puesto que la dirigente morada también ha asegurado que a su homólogo gallego “no le gusta que la gente vote”, que “pueda decidir por sí misma” y que “no le gusta” tampoco que se incremente el salario mínimo interprofesional ni las pensiones. “Ni siquiera se atreve a votar en contra de la moción de censura de Vox”, ha apostillado.

Por todo ello, ha preguntado a Feijóo si va a aceptar “cualquier Gobierno que salga de las urnas votado por la gente que no lleve las siglas del PP, si entiende que cuando votamos lo hacemos en libertad, si va a aceptar un Gobierno que no tenga el nombre del PP”.

“La gente no vota porque no se siente representada”

Unas críticas que ha elevado a la política en general, tildando de “auténtico bochorno” los últimos debates acaecidos en el Congreso de los Diputados. “No os representa, el país real sois vosotros. La política útil no se detiene en demasiados debates y actúa para mejorar la vida de la gente”, ha apuntado. “La democracia necesita dirigentes con calma, sosiego y cabeza fría”, ha añadido, pidiendo alejarse de los “insultos” y los “griteríos” y esgrimiendo que la democracia "no es cosa de dos” sino que se trata de “respetar las instituciones, que no son del Gobierno de España, ni del Gobierno de Aragón”. “Son de la gente y tenemos la obligación de cuidarlas y respetarlas”, ha remarcado.

“Mucha gente lo pasa mal y la obligación debe ser caminar juntos, entender la cosa pública de forma diferente; de esto va la democracia”, ha insistido, lamentándose de que la política se ha ido alejado paulatinamente “de todos”. De esta manera, ha alertado sobre los “agujeros negros” en los barrios más pobres, donde "la gente no vota porque no se siente representada y que nadie les atiende". “Los ricos no necesitan votar, lo tienen todo, pero la gente humilde necesita formar parte del proceso democrático”, ha advertido.

Díaz ha aseverado que "no hay fuerza democrática más potente que el feminismo" y ha apostado por el diálogo entre las feministas para "caminar juntas” y “sumar". “Una democracia feminista va mucho más allá de las cuotas y necesitamos que nos dejen de agredir, de cobrar salarios diferentes; somos maltratadas y violentadas, os pido que sumemos", ha subrayado.

Proyecto de país

Por otra parte, la líder de Sumar ha destacado "la necesidad de un nuevo proyecto de país" para que sea "sostenible y ecológico", urgiendo a reformar el modelo productivo y basar el sistema energético en las "razones democráticas", no basado en los grandes oligopolios, sino en el autoconsumo y "con el mundo del trabajo dentro", también con los sindicatos, ya que ha considerado que la crisis energética y la laboral son la misma. "No es casual que la extrema derecha dispute con los sindicatos en nuestro país", ha avisado, poniendo el ejemplo de otros países (ha citado a EEUU) donde está “el partido del odio”.

“No hay un país que pueda sumar sin las mujeres, no solo porque seamos la mitad de la población, sino por el talento, la alegría, la ternura y la manera diferente que tenemos las mujeres de hacer las cosas; sería un enorme error privarnos de ellos”, ha recordado, dejando claro que "la lucha de las mujeres y los colectivos LGTBI son imparables".

Además, la ministra ha tildado de “insoportable” la inflación y ha reclamado seguir con las políticas energéticas del Gobierno: “Donde hemos intervenido en energía, hemos sido capaces no de contener los precios, sino de rebajarlos; hemos demostrado que sí se podía, pero quedan cosas por hacer, donde no intervenimos las cosas van mal y no estamos interviniendo en la cesta de la compra y en vivienda”. “Sin actuar en estos dos campos no vamos a mejorar la vida de la gente”, ha subrayado.

"Llevo desde el verano trabajando por garantizar que la cesta de la compra sea salubre para las familias y tenemos que actuar en los márgenes empresariales de las multinacionales de distribución, que se están forrando en nuestro país. Esta crisis va de esto, de quién paga la crisis", ha sostenido.

De esta manera, sobre el acceso de la vivienda, ha asegurado que es “un enorme problema” porque "el Euribor hace imposible una vida digna", ante lo que ha apostado por congelar las cuotas hipotecarias y retrotraerlas a junio, a lo que ha añadido que "es imposible, en muchas ciudades, afrontar un alquiler y sí, queremos limitar y prorrogar los arrendamientos al 2 por ciento, queremos que en los nuevos contratos se actúe", rechazando las renovaciones contractuales al 20, el 30 y el 40 por ciento.

Por todo ello, ha propuesto aumentar la subvención al precio del billete del transporte público del 30 al 50 por ciento, una "medida básica para la mayoría social, efectiva, ecológica y sostenible" y ha apoyado los cheques por 300 euros al mes para hasta 10 millones de hogares porque "la inflación golpea más fuertemente a los que menos tienen".