El PP vuelve este domingo a la calle para protestar contra la amnistía. La formación de Alberto Núñez Feijóo vuelve a clamar contra la medida de gracia a los catalanes, seguramente con más fuerza que en las ocasiones anteriores -que no han sido pocas- después de que el PSOE y las formaciones independentistas hayan incluido en el texto los delitos de terrorismo "siempre y cuando, de forma manifiesta y con intención directa", no hayan "causado violaciones graves de derechos humanos, en particular, las previstas en el artículo 2 y 3 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, y en el derecho internacional humanitario”.

Los populares y, en realidad, la derecha -también la extrema derecha- tratan de exhibir músculo en la calle, medida que parece sine qua non para cambiar las cosas, aunque es evidente que la palabra última la tienen los parlamentos. Antes de nada, hay que tener en cuenta varias cuestiones, tres concretamente.

La primera es que la derecha siempre que se ha manifestado ha sido, históricamente, en favor de recortes de derechos que, una vez alcanzado el poder no ha modificado, o no siempre. Ejemplos claro de ello es la Ley de Matrimonio Igualitario que salió adelante con el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, o lo relativo a la reforma de la Ley del Aborto, cuando en 2009 los José María Azar, Esperanza Aguirre María Dolores de Cospedal caminaron de la mano de asociaciones como Hazte Oír, de marcado índole ultracatólico y ultraconservador.

Al margen de ello, hay que tener en cuenta lo difícil que resulta mantener la calle, algo que parece que desde el Partido Popular no tienen en cuenta, y es que las manifestaciones se han producido prácticamente semana sí y semana también -a veces día sí y día también- desde que dieran el pistoletazo el pasado mes de septiembre en el Wizink Center, sin tener en cuenta las revueltas de Ferraz, sin duda más vinculadas con Vox, pero que al PP le costó condenar y, con ello, desligarse de las imágenes violentas que día tras día se sucedían en la sede socialista. Además, los de Feijóo y los de Santiago Abascal han recorrido alguna que otra vez de la mano esta senda por la unidad de España.

El PP en los aledaños del Wizink Center
El PP en la plaza de Felipe II.
 

Calendario por la unidad de España, la máxima preocupación de la derecha

Por partes, estas han sido todas las veces -o casi todas, ya que es fácil dejarse alguna- las veces que la derecha y ultraderecha han salido a la calle desde el pasado 24 de septiembre. Más que en toda la historia de la democracia.

24 de septiembre: El primer día que el PP llama a la ciudadanía a protestar contra la ley de amnistía reúne a 40.000 personas -60.000 según el partido- en los aledaños del Wizink Center, en la plaza Felipe II. El acto se iba a celebrar en un primer momento en la Plaza de España -donde tendrá lugar este domingo- pero se trasladó a Goya por cuestiones de aforo, según fuentes de Génova, coincidiendo en el tiempo con un partido del Real Madrid de Baloncesto. A la cita acudieron la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, el alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, y los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy.

8 de octubre: Societat Civil Catalana traslada las protestas a Barcelona contra los encausados por el procés. Tanto Feijóo como Ayuso acudieron a ella, aunque la líder regional se adelantó en el anuncio. También estuvo presente Vox en un marco en el que los populares evidenciaron sus diferencias entre Génova y la Ciudad Condal.

29 de octubre: La fundación DENAES y la asociación PieEnPared, la primera vinculada a Vox y la segunda impulsada por el ex de Ciudadanos Juan Carlos Girauta, trataron de repetir una especie de foto de Colón en una imagen de la que participaron también Esperanza Aguirre o Marcos de Quinto. Entretanto, Feijóo participaba en Málaga junto al presidente andaluz, Juanma Moreno Bonilla, de otro acto contra la amnistía.

Manifestación de Sociedad Civil Catalana
Manifestación de Sociedad Civil Catalana en Barcelona.
 

3 de noviembre: El Noviembre Nacional arrancaba en las redes sociales, espacio desde el que se generó el caldo de cultivo para que la violencia campara cada noche a sus anchas en Ferraz a partir de una manifestación que no había sido comunicada de manera oficial. El día anterior, el expresidente Aznar aparecía en un acto emplazando que “el que pueda hacer, que haga” y el “que pueda aportar, que aporte”, entre acusaciones de la izquierda por este “espíritu golpista”.

4 de noviembre: Entraba el fin de semana, pero las protestas frente a sede socialista no hacían más que empezar. Una imagen que ocupó especialmente los medios en la presente jornada fue la de Aguirre llamando a cortar al tráfico. Nuevamente no fue Madrid -o, mejor dicho, un rincón de la misma-, la única que protestó contra la amnistía, también pocos cientos de personas salieron a la calle en otros rincones como Cartagena.

5 de noviembre: El PPCV convocó un acto En defensa de la igualdad de todos los españoles y las concentraciones se reprodujeron en Barcelona, León, Burgos, Villarreal o Córdoba, reuniéndose unas 2.000 personas frente a la sede del PSOE en la ciudad andaluza.

6 de noviembre: Hubo pequeñas manifestaciones -de en torno a 1.000 personas- no convocadas en Granada, Jaén, Sevilla o Barcelona, donde la cifra bajó a poco más de 200.  Badajoz, Málaga, Murcia, Oviedo, Toledo, Pamplona, Salamanca… también se tiñeron ligeramente con banderas de España. Mientras tanto, en Madrid se concentraron cerca de 4.000 personas en Ferraz con el beneplácito de Santiago Abascal, que estuvo aquí, junto a integrantes de Democracia Nacional o Falange. Los ataques a prensa y autoridades se repitieron, y se mantendrían en el tiempo prácticamente hasta el final de estas noches calientes.

Protestas en Ferraz
Protestas en Ferraz.
 

7 de noviembre: Grupos simpatizantes de Vox y extrema derecha convocaron la concentración del día. La tensión en varios puntos del país obligó al PSOE al cierre preventivo de sus sedes por la tarde mientras la formación de Abascal llamaba a la rebelión de las autoridades.

Este día, previamente a la cita en Ferraz, el agitador ultra Alvise Pérez y Daniel Esteve (Desokupa) compartieron la convocatoria de una manifestación paralela.

8 de noviembre: Más convocatorias, insultos a los medios, proclamas fascistas, vuelos de latas y botellas y carreras delante de la Policía fueron la tónica habitual de lo que hacía tiempo era una noche más. El vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, encabezó la manifestación de unas 200 personas frente a la sede del PSOE en Valladolid, mientras a la capital acudían diputados como José María Figaredo.

9 de noviembre: A la manifestación en Ferraz le acompañó otra frente a la oficina del Parlamento Europeo a la que acudieron Cayetana Álvarez de Toledo o Alfonso Serrano (este segundo del PP de Madrid). Coincidió en el tiempo con la firma del pacto de investidura entre PSOE y Junts y con el disparo en la cara de Alejo Vidal-Quadras, que dio lugar a todo tipo de elucubraciones que nada tenían que, pese a no tener nada que ver con la realidad, tensionaron todavía más las cosas.

Manifestación frente al Parlamento Europeo
Manifestación frente al Parlamento Europeo.
 

10 de noviembre: Las imágenes en sedes socialistas se repitieron en diferentes puntos del país mientras Junts y Podemos anunciaron que preguntarían a sus bases sobre el apoyo a Sánchez en su investidura. Ese día la mayor polémica vino de la Guardia Civil después de que la asociación Aprogc asegurara estar dispuesta a “derramar la última gota de sangre” por la Constitución.

11 de noviembre: Por la mañana, manifestación de Frente Obrero a la que acudieron 200 personas. Por la noche: protestas en Ferraz y junto al Congreso de los Diputados.

12 de noviembre: PP con el apoyo de Vox convoca concentraciones en todas las capitales de provincia contra la amnistía.

13 de noviembre: Las concentraciones en Ferraz vuelven a sucederse mientras el sindicato de Vox, Solidaridad, llama a la huelga general. En las protestas de aquellos días destaca la foto de Abascal con el periodista estadounidense con Tucker Carlson o el principio de los rezos en los aledaños de la sede del PSOE.

14 de noviembre: Los manifestantes acuden a Ferraz con muñecas hinchables y proclamas, de nuevo, vergonzosas. Antes, unas diez asociaciones arropadas por Vox apenas consiguen juntar a 50 manifestantes delante de la Facultad de Derecho de la Complutense.

16 de noviembre: Sánchez es investido presidente del Gobierno, hecho que culmina en protestas violentas con la mirada puesta, entre otros puntos, en Sevilla, y es que la ciudad hispalense acogía esa noche los Grammy Latinos y a ellos acudía el líder del Ejecutivo. Finalmente, esta protesta fue respaldada por decenas de personas, mientras que en Ferraz se reunirían unas 4.000. Entretanto, un grupo de militares retirados pedía un Golpe de Estado.

Sánchez es investido presidente
Sánchez es investido presidente del Gobierno. 
 

17 de noviembre: los ultras de Ferraz se desinflan, pero Vox insiste y Ortega Smith se encara con la Policía.

18 de noviembre: Mariano Gamo, creador del Foro España Cívica y expresidente de Sociedad Civil Catalana (SCC) convoca una manifestación en Cibeles a la que PP y Vox muestran su apoyo y que reúne a 170.000 personas según Delegación de Gobierno. Unos pocos manifestantes intentan, sin éxito, dirigirse a la Moncloa.

19 de noviembre: Las protestas de Ferraz pierden fuelle -apenas 400 personas- y a ellas no acuden ningún grupo ni manifestante radial.

Del 20 al 25 de noviembre: semana meridianamente tranquila en lo que a protestas se refiere. En lo político, el PP rechazaba dar una respuesta conjunta con Vox, una actitud que provocaría enfado en la extrema derecha y la Mesa del Congreso tramitaba la ley de amnistía con solo la votación en contra de los populares.

Ferraz se desinfló durante algunos días -y se abrieron brechas a la derecha, como por ejemplo que JUPOL tachara al movimiento Noviembre Nacional de “vergüenza nacional” por una de las pancartas de estas manifestaciones, que indicaba que las fuerzas del orden público eran “prostitutas del PSOE”-. Los días 24 y 25 de noviembre los decibelios volverían a subir ligeramente frente a la sede del PSOE, no así respecto a la huelga de Solidaridad; que tuvo un seguimiento nulo.
 

Del 26 al 30 de noviembre: Fin del Noviembre Nacional, que cierra con poco ruido, alguna detención y poco más.

Apalean un muñeco de Pedro Sánchez en Ferraz
La piñata de Pedro Sánchez en la llamada Nochevieja Nacional.

Diciembre

Diciembre continúo la senda de las protestas frente a la sede del partido de Pedro Sánchez de mano de algunas personas que se resignaban a lo que ellas vaticinaban, iba a ser la ruptura del país. Por su parte, el año cerró con unas pocas apaleando un muñeco del presidente del Gobierno en la que calificaron como Nochevieja Nacional, evento a partir del cual pensaron que nada mejor para empezar 2024 que tomarse las uvas en Ferraz y, de paso, hacer una piñata del líder del Ejecutivo y golpearla. El PP condenó los hechos, aunque cuestionó la indignación del principal partido de Gobierno, que denunció una actitud que encontró el amparo de Vox. De hecho, días antes, durante la toma de posesión del presidente argentino, Javier Milei, el líder de la formación ultraderechista dijo que llegaría “un momento en el que el pueblo querrá colgar de los pies a Pedro Sánchez”.

El PP en el Templo de Debod
El PP en el Templo de Debod.
 

Más allá de las protestas en la sede del hubo manifestaciones oficiales, convocadas por partidos y organizaciones. Así las cosas, el día 3, el PP llamaba en Andalucía a la gente a salir a la calle por la igualdad de esta autonomía y entre españoles. Ese mismo día, el partido convocaba otro acto en el templo de Debod de Madrid. Y en todo este maremágnum, otros nombres propios como el de la  falangista, Isabel Peralta, el de HazteOir y su autobús comparando a Sánchez con Hitler, el de la Conferencia Episcopal desmarcándose de los rezos del rosario en Ferraz, e incluso el del expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales -que se sentará en el banquillo por su beso no consentido a Jenni Hermoso- criticando que la ley de amnistía, que superaba su primer trámite el 12 de diciembre era un “golpe a la separación de poderes” y que, al igual que su caso, fue una “cortina de humo" para "tapar” el proceso.