Mientras la ciudadanía sigue perpleja por el complicado proceso de fases de desescalada del confinamiento, preguntándose cuándo podrán visitar a familiares, viajar a segundas residencias o tomarse un vermú en alguna terraza, la prórroga del estado de alarma que Pedro Sánchez pedirá al Congreso de los Diputado el próximo miércoles 6 de mayo amenaza con dilapidar cualquier plan ordenado y bajo el mandato del mando único que ha regido la lucha contra el coronavirus desde la decretación de esta medida excepcional el 14 de marzo.

Mes y medio después, las cuentas del Gobierno se encogen. Las comunidades autónomas, especialmente aquellas que pugnan por recuperar competencias en pro de una autonomía perdida, aprietan al líder del Ejecutivo para liderar el proceso de desconfinamiento. La oposición solicita diálogo y cuestiona la falta de liderazgo de Pedro Sánchez para llevar a cabo un plan coordinado entre fuerzas políticas que acabe con la hoja de ruta impuesta por un Ejecutivo en minoría.

Las alarmas se han encendido este lunes. Dos anuncios desde distintos frentes han caído como una losa en Moncloa. Primero ha sido Pablo Casado quien, tras mantener una reunión telefónica con el presidente del Gobierno, ha anunciado que el PP no prestará su confianza al Ejecutivo en forma de ‘sí’ a la prórroga del estado de alarma porque la “unilateralidad” solo ha servido para constatar la “ineficacia e incompetencia” de la administración central. Posteriormente, cerca de las 19.30 horas, la Ejecutiva de ERC ha añadido más nerviosismo e incertidumbre al panorama anunciando que pasarían de la abstención al ‘no’ porque ha quedado demostrado que “la centralización ha sido un error”.

El comunicado de la formación soberanista hace hincapié en que no han sido escuchadas sus demandas: “Pedimos la rectificación en la retirada de competencias y espacios de soberanía. No lo han hecho. No han escuchado. No podemos seguir dando nuestros votos para facilitar este estado de alarma”, explican, añadiendo que “Catalunya debe poder decidir con las plenas competencias cómo se aborda la nueva fase de desconfinamiento en la que entramos, porque las decisiones y su aplicación son mucho más efectivas desde la proximidad y con el máximo conocimiento de la realidad social”.

Con los ojos puestos en Génova, Moncloa pide altura de Estado a los populares para que la situación no degenere en el “caos”. Perdida la posibilidad de contar con 89 votos favorables -número de diputados del PP en el Congreso de los Diputados-, al Gobierno solo le queda la esperanza de que los liderados por Pablo Casado opten por la abstención.

La mayoría, en el aire: “No existe un plan B”

Sin alternativa. Tal y como constató el pasado sábado Pedro Sánchez y ha ratificado este lunes el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, no hay plan B si no se prorroga el estado de alarma. El Gobierno necesita contar con una mayoría simple de la Cámara Baja para que la situación continúe bajo los mismos patrones que hasta ahora. Sin embargo, las cifras empiezan a vislumbrar una posibilidad que, tal y como ha reconocido el Ejecutivo, nadie esperaba.

Los apoyos al estado de alarma se han ido reduciendo en cada una de las peticiones de confianza de Pedro Sánchez. Los apoyos han ido menguando en cada una de las tres solicitudes previas, pero, a tenor de la situación excepcional que atraviesa la nación, nadie esperaba que se complicara de esta forma.

ERC se ha sumado a Vox, Junts per Catalunya y la CUP. Un total de 75 ‘noes’ que podrían ser 164 en caso de que el PP acabe optando por la negativa y no por la abstención. En la última prórroga, el Gobierno obtuvo el ‘sí’ de 269, pero la resta de los escaños del PP y la duda de PNV y Ciudadanos podría complicar la situación.  

También Ciudadanos ha dejado en el aire su voto, aunque la presidenta de la formación, Inés Arrimadas, se ha mostrado dispuesta a pactar una salida con Pedro Sánchez que no llevara a los naranjas a votar en contra del estado de alarma. ”Ciudadanos sigue trabajando con el objetivo de empezar a elaborar un Plan consensuado y sensato de salida del Estado de Alarma que permita seguir protegiendo en el ámbito sanitario, económico y social a familias, trabajadores, autónomos y pymes”, explican fuentes de la formación.

Así las cosas, si el PP se decanta por el ‘no’ (el total de negativas alcanzaría las 164), Pedro Sánchez dependería de consolidar su mayoría con los apoyos del PSOE, Unidas Podemos, Ciudadanos, Más País, Compromís, BNG, PRC y Teruel Existe, alcanzando un total de 171 apoyos. Si Ciudadanos, aún en duda, optara por la abstención, se perderían 10 apoyos y la prórroga del estado de alarma estaría condenada al fracaso siempre que no se produjera un cambio en los planteamientos del PNV.

Situaciones hipotéticas que se resolverán el próximo miércoles. Sumas complejas y dependientes de que nada más cambie en un tablero inestable. Pedro Sánchez, si retiene sus apoyos puntuales, logrará revalidar el apoyo de la Cámara, pero quedará en entredicho y a la espera de una nueva vuelta 15 días después.