Unos participantes de la concentración 15M en la plaza de la Fuente Dorada por la libertad de expresión y contra la represión antidemocrática, apoyan a Encarni, una mujer de 60 años con hemorragia cerebral tras una agresión policial el domingo en Valladolid. EFE

 

 


Cientos de personas en Valladolid han salido a la calle este lunes para exigir “responsabilidades” por la carga policial el pasado domingo contra un grupo de manifestantes que protestaban frente a un restaurante donde comían altos cargos del PP que participaron en la convención popular celebrada el fin de semana en la ciudad. Poco antes de la manifestación de ayer, varias de las personas agredidas contaron sus testimonios, recogidos por el diario Público.

Los agredidos emprenden acciones legales
Los manifestantes contaron su experiencia en una asamblea organizada por 15-M Valladolid en la plaza Fuente Dorada, antes de que se celebrara la manifestación frente a la sede del PP en la ciudad. Tras esta protesta, un grupo de personas se han dirigido al Ateneo Republicano, donde las personas que fueron agredidas trabajan con los abogados de Legal Fuente Dorada en las acciones legales que van a emprender por lo sucedido.

Encarna sufrió un ictus
Entre las personas más perjudicadas por la actuación policial se encuentra Encarna, de 60 años, que permanece ingresada en el Hospital Clínico de Valladolid tras sufrir un ictus cerebral después de haber sido brutalmente golpeada por la Policía, el pasado domingo. Un miembro del 15-M ha declarado al diario Público que Encarna está “estable, dentro de la gravedad” y que los médicos estudian la relación del ictus con los golpes que recibió durante la protesta.

La protesta frente al restaurante donde comían cargos del PP
Encarna, junto con otras personas del 15M y otros colectivos de la ciudad, participaron en una multitudinaria manifestación coincidiendo con la celebración en la ciudad de la convención del PP. La manifestación transcurrió bajo el lema "Por el empleo digno. Contra los recortes. Por la renta básica. No a la institucionalización de la pobreza". Tras la marcha, decenas de manifestantes se congregaron frente al restaurante La Parrilla de San Lorenzo, donde comían altos cargos populares. Fue allí donde la Policía cargó contra los manifestantes.







Denuncian carga indiscriminada y brutal
Testigos de la actuación policial y el 15-M Valladolid, además de las imágenes grabadas en aquel momento, dan cuenta de que los agentes cargaron de manera "indiscriminada, brutal e injusta" contra los manifestantes. "Hay compañeros con contusiones, huesos rotos, brechas en la cabeza, collarines en el cuello, ojos morados, hematomas por todo el cuerpo...", denuncia un activista del 15-M.

Jaime, uno de los agredidos, contó en la asamblea de este lunes que le cogieron tres antidisturbios y uno de ellos llegó a pedir que le dislocaran el brazo. "Nos dieron una enorme paliza", aseguró este manifestante. "Lo único que hicimos fue gritar consignas y la Policía comenzó a rodearnos, nos dijeron que nos identificarían y detendrían y de repente cargaron brutalmente", añadió.

Golpearon con saña
Doris tiene un enorme hematoma en la pierna a causa de la patada de un policía; Javi contó que nunca había visto unas "miradas de odio" como las de los antidisturbios que le pegaron. "Es inexplicable la saña con la que nos golpearon", dijo. “Comenzó a aporrearme en un brazo y le pregunté por qué. Entonces me dio en el otro, volví a preguntarle por qué y me golpeó en la pierna. Le dije que era muy valiente haciendo lo que hacía con una porra y una pistola encima, y guardó la porra en la funda y me pegó un hostión con la mano en la boca. Finalmente le dije: podrás humillarme, pero no me vas a tumbar". Este joven activista, que participa en acciones contra los desahucios y otras movilizaciones, explicó que lo que más le duele es la represión.

"Los policías nos llamaban parásitos"
Juan, de 61 años, también denunció agresión y relató que no recuerda haber visto tanto "odio" en su vida. "Los antidisturbios eran unos autómatas que van por ahí pegando sin sentido, y no solo nos hacen daño a nosotros, sino a todo el cuerpo de Policía". Por su parte, Fátima denunció que un agente le clavó la porra en el pecho provocándole problemas de respiración. "Los policías nos llamaban parásitos sociales mientras nos pegaban", ha recordado.