El software Pegasus no solamente se utilizó para espiar a líderes independentistas. Tal y como ha anunciado este lunes el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, el programa también se empleó para acceder a los teléfonos móviles del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Defensa, Margarita Robles.

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En concreto, tal y como ha detallado Bolaños en rueda de prensa, entre mayo y junio del año pasado se produjeron dos ataques al teléfono móvil del presidente del Gobierno (con una extracción de datos de 2,6 gigas y 130 megas, respectivamente) y una intervención en el móvil de la ministra de Defensa (robándole nueve megas de información).

“No hay pruebas de ninguna intrusión posterior a estas fechas”, ha advertido Bolaños. En este sentido, ante la gravedad de los hechos, el ministro de la Presidencia y uno de los hombres de máxima confianza de Sánchez, ha informado de que el Gobierno ha puesto en conocimiento de la justicia dos informes técnicos del Centro Criptológico Nacional en los que se detallan los hechos.

¿Qué pasaba mientras se espiaba a Sánchez y Robles?

Estas fechas, las del espionaje a Sánchez y Robles, fueron precisamente de alto voltaje en la política española. Entre mayo y junio de 2021 tuvieron lugar las elecciones de la Comunidad de Madrid, la gran crisis institucional con Marruecos tras la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Gali, y la concesión de los indultos a los líderes independentistas del procés.

En este sentido, cabe recordar que el mes de mayo empezaba con una fuerte crisis diplomática entre Marruecos y España, después de que trascendiera a la opinión pública que el Gobierno había decidido acoger por razones humanitaria al líder del Frente Polisario, Brahim Gali –un asunto que el Ejecutivo central había tratado de llevar discretamente-.

Rabat no entendió la acogida y no dudó en afear el asunto al Gobierno de Sánchez, rompiendo relaciones. Sin embargo, las reacciones del país africano no quedaron ahí, puesto que Marruecos también optó por desestabilizar la frontera de Ceuta al dejar entrar a más de 10.000 personas, provocando la mayor crisis migratoria hasta el momento en la región.

Una tensión diplomática entre Marruecos y España –el Gobierno tildó estas acciones de Rabat de “chantaje”- que se ha prolongado en el tiempo hasta que el cambio de postura de nuestro país respecto al Sáhara Occidental ha vuelto a limar asperezas.

Sin tiempo para digerir este conflicto con Marruecos, el 4 de mayo de 2021 tuvieron lugar las elecciones de la Comunidad de Madrid, unos comicios en los que Isabel Díaz Ayuso barrió, quedándose muy cerca de la mayoría absoluta, y que pasarán a la historia por ser una de las citas electorales que más crispación política han generado.

De hecho, fruto de esta tensión, el entonces vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, no dudó en dejar su puesto para concurrir como cabeza de lista de Unidas Podemos a los comicios, con el objetivo de frenar el avance de la ultraderecha –una misión en la que el dirigente morado fracasó y que acabó siendo su despedida de la política-.

Por último, el 22 de junio de 2021 el Gobierno concedió los indultos parciales a los nueve líderes independentistas encarcelados desde noviembre de 2017 por el procés, una medida que provocó todo tipo de declaraciones y manifestaciones (tanto a favor como en contra) y con la que el Ejecutivo central demostró su firme apuesta por la vía del diálogo para resolver el conflicto catalán.

“Hemos tomado esta decisión porque es la mejor para Catalunya, porque es la mejor para España y la más conforme con el espíritu de concordia y de convivencia de la Constitución […] Las razones de utilidad pública que motivan esta decisión tienen que ver con la necesidad de restablecer la convivencia y la concordia en el seno de la sociedad catalana y en el conjunto de la sociedad española”, defendió entonces Sánchez.

Una vía, la del diálogo, que se ha mantenido desde entonces entre Gobierno y Govern, hasta que precisamente el espionaje a más de 60 líderes independentistas ha vuelto a romper recientemente, haciendo peligrar la viabilidad de la legislatura.

Estos episodios, de máximo interés nacional, e, incluso, internacional, llegaron a solaparse y sobre los mismos se escribieron ríos y ríos de tinta. Ahora, con las recientes revelaciones, cobran una dimensión especial, debido a la potencial información que los móviles de Sánchez y Robles pudieron llegar a albergar durante esos meses.

Bolaños: “No creo que sea el momento de hacer suposiciones”

Respecto al posible objetivo que se perseguía con estas intrusiones y si se pueden enmarcar dentro del conflicto catalán, el ministro de la Presidencia ha respondido: "No creo que sea el momento de hacer suposiciones o de hacer conjeturas de cuál ha podido ser la motivación, cuál es el objetivo, cuál pudo ser".

"El compromiso inequívoco, absoluto, del Gobierno con el esclarecimiento de la verdad es lo que provoca que nosotros llevemos toda la información a los tribunales para que se haga una investigación absolutamente independiente, con todas las herramientas que tiene cualquier órgano judicial y que podamos conocer toda la verdad", ha zanjado.