El Sevilla ha solicitado este viernes que La Liga denuncie al capitán del Real Madrid, Sergio Ramos, ante el Comité de Competición de la RFEF y en su caso a la Comisión Antiviolencia por "los gestos realizados en la celebración de un gol" en el partido de la Copa del Rey del jueves.

El club hispalense explica en un comunicado que los aspavientos de Ramos tras anotar el 3-2 en la vuelta de los octavos de final "pudieran ser constitutivos de infracción del Código Disciplinario de la RFEF" que estipulan una sanción de entre 4 y 12 partidos al futbolista que provocare incidentes con el público.

Ramos se enfrenta a los Biris
Cabe recordar que después de transformar un penalti, Sergio Ramos se encaró con el graderío en el que se sitúan los aficionados radicales del Sevilla y les instó a que lo insultaran colocándose las manos en las orejas, para posteriormente pedir disculpas al resto del público presente. 

Al término del partido el capitán madridista manifestó que no le sale celebrar un gol en un estadio que considera su "casa", pero hizo "un gesto a una parte de la grada" porque "cuando se acuerdan de tu madre...".

"No me he calentado ni le he faltado a la afición porque no me sale celebrar un gol aquí. Le pido perdón a una parte pero a otros no. No quiero hacer una bola más grande. Sevilla es mi casa, pero me debo al Madrid", añadió el internacional.

Insultos al de Camas
Y es que desde el primer minuto de partido, los 'Biris' no pararon de insultar al defensa. Algo ya habitual en el Sánchez Pizjuán cada vez que acude el exjugador sevillista. 

Desde que se marchara al Madrid en la temporada 2005-06, el de Camas ha tenido que soportar numerosos insultos y faltas de respeto por parte de los hinchas más radicales. Todo ello a pesar que Ramos nunca ha ocultado sus sentimientos hacía al que fue su primer club. Es allí donde se crio y comenzó su andadura futbolística. Su amor al Sevilla es tal que el jugador tiene tatuado el número con el que debutó con los hispalenses -el 35- y ha homenajeado a Antonio Puerta en multitud de ocasiones. Incluso, Ramos ha confesado que el día que le entierren “habrá dos banderas: la del Sevilla y la del Real Madrid”.

Pese a ello, el ahora central del Madrid tiene que soportar insultos y desprecios por parte de los Biris Norte, peña fundada en 1975 y vinculada a la extrema izquierda. Okupas, antisistemas, antifascistas o redskins conforman el grupo más denunciado por la Liga de Fútbol Profesional.

Conocidos por su violencia
Además de por sus violentos cánticos, la peña sevillista es conocida por ocasionar graves peleas y numerosos disturbios. Sin ir más lejos, el pasado mes de noviembre protagonizaron una batalla campal contra los ultras de la Juventus que se saldó con tres personas gravemente heridas. 


Su brutalidad es tal que en 2014 protagonizaron uno de los incidentes más desagradables que se recuerdan en el mundo fútbol: tres ultras de los Biris agredieron a un aficionado del Valencia y a su novia. El joven valencianista, primo del futbolista Rober Ibáñez, sufrió lesiones en la espalda y su pareja, embarazada de cuatro meses, fue golpeada en un ojo tras el partido en el Pizjuán. 

"De repente estamos caminando, hablando del partido y oímos un silbido y ruido de gente corriendo. Mi pareja se giró y vio que tenía a uno de los tres 'Biris' encima pegándome. Ella se intentó meter y les dije: ' ¡No la toquéis, no la toquéis, que está embarazada! Menos mal que por casualidad un guardia de seguridad pudo meterse por medio cuando nos pegaban. Uno volvió a encararse a mí, pero en vez de pegarme el puñetazo a mí se lo soltó a mi pareja, le quitaron la bandera del Valencia", explicó en su día el agredido.

Esa misma temporada, la Polícia Nacional intervino todo tipo de drogas como marihuana, hachís, cocaína, además de navajas, bengalas, pegatinas y pins, con anagramas ultra izquierda, antifacistas y la bandera de Andalucía con una estrella roja en el centro (la independentista), a los integrantes de la violenta peña sevillista, que pese a su historial sigue acudiendo con normalidad al Sánchez Pizjuán.