La ley del aborto ya es prácticamente una realidad. La norma de salud sexual y reproductiva tendrá que recibir el beneplácito del Senado para que empiece a ser práctica, pero ya ha superado el escollo de la Cámara Baja con 190 votos a favor, 154 en contra y cinco abstenciones. Todos los grupos parlamentarios han votado a favor menos PP, Vox, Ciudadanos y el resto de las derechas. 

El documento actual modifica el de 2010 de José Luis Rodríguez Zapatero y amplía derechos que tienen que ver con la interrupción voluntaria del embarazo. De esta manera, su punto estrella es el que permite a las jóvenes de entre 16 y 17 años abortar sin necesidad de permiso paterno.

La ministra del departamento precursor de la norma, Irene Montero, ha mantenido en sesión plenaria que hoy se da un "paso muy importante para garantizar los derechos sexuales y reproductivos de nuestro país" y ha cargado en favor del feminismo contra la "ofensiva reaccionaria" de la bancada contraria: "Sigue siendo el principal impulso democratizador de nuestra democracia". 

La ministra también ha querido agradecer la labor llevada a cabo por el Ejecutivo de Zapatero. “Sin ese paso este tampoco existiría”, ha asegurado a la vez que se ha desprendido en elogios hacia el “Tren de la Libertad que frenó el intento de reforma de Gallarón y la primera ministra de Igualdad, Bibiana Aído”.

En un pleno que ha estado marcado por el recurso presentado por el PP al TC para evitar la reforma del Código Penal planteada por el Gobierno y que busca terminar con el bloqueo popular a la jurisprudencia, Montero ha comenzado su intervención haciendo énfasis en los avances para las mujeres que supone la norma aprobada en el día de hoy en la Cámara Baja.

Claves de la ley del aborto

El texto ha experimentado diferentes modificaciones desde su paso por Consejo de Ministros entre las que cabe destacar la imposibilidad de que en los comités que deciden sobre los abortos a partir de la semana 22 participen facultativos que hayan mostrado su objeción a practicarlos o que las mujeres que se encuentren en esta situación y hayan obtenido una resolución negativa a frenar su embarazo puedan apelar a la Justicia.

También se impide que los profesionales no objetores sufran diferencia de trato en el sistema sanitario, mientras que se creará un registro de objetores de conciencia que desde la oposición han calificado de “lista negra”. Nada más lejos de la realidad, lo único que se pretende es que siempre haya médicos disponibles y suficientes.

Lo que persigue la nueva normativa es que los abortos se realicen en la sanidad pública, en concreto en el hospital más cercano a la paciente. Se elimina asimismo la información obligatoria que las mujeres que querían abortar antes tenían que recibir (normalmente relacionadas con ayuda a la maternidad) así como los tres días “de reflexión”. Igualmente se facilita el acceso a los métodos anticonceptivos y a la píldora del día después. En otro orden de cosas, sale adelante el tema que tiene que ver con las bajas por menstruación dolorosas o incapacitantes -primera vez que se reconoce el permiso por regla- y otra tras el aborto.