Pablo Casado ha realizado este miércoles 29 de diciembre su habitual balance del año. Lo ha hecho después de que finalizara el del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aprovechando así para criticar el exceso de triunfalismo que desde Génova se aprecia en el diagnóstico que realiza Moncloa de su legado en este 2021. La intervención, partida en dos bloques diferenciados, críticas y promesas en positivo, ha servido al líder de la oposición para arremeter con dureza contra Moncloa, sus ministros –“los más radicales de Europa”-, los socios de investidura y las medidas tan publicitadas por el Ejecutivo en este sprint final protagonizado por el Consejo de Ministros y los plenipotenciarios en las negociaciones para la aprobación de las cuentas públicas y la reforma laboral pactada junto a los agentes sociales en la mesa de diálogo social.

“Tengo que destacar tres rasgos que caracterizan al presidente del Gobierno: arrogancia, incompetencia y mentira. Ni una palabra a los cuatro millones de desempleados, los seis millones en riesgo de pobreza severa según Cáritas, al millón de familias que hace colas del hambre, ni una palabra a los siete millones de pensionistas que con su reforma verán mermados sus ingresos”, ha expresado, recordando que estas Navidades las familias vuelven a estar pendientes de una variante de coronavirus que, a su juicio, está impactando con dureza por la falta de previsión gubernamental y el risk político al que está sometiendo el Ministerio de Sanidad a los gobiernos autonómicos.

“España lidera el ranking de las peores cifras macroeconómicas. Somos el país que más va a tardar en recuperarse de esta pandemia. Si es una pandemia global y ha afectado a todos los países por igual, ¿por qué afecta más a los españoles? Porque han tenido un mal Gobierno. Si se suben los impuestos y se destruye empleo, el boquete es mayor”, ha añadido. “Pedro Sánchez tiene un eslogan: cumpliendo. ¿Cumpliendo el qué? El programa de investidura. Sánchez ha llegado a La Moncloa con un pacto de investidura contrario al suyo en las elecciones. Dijo que no dormiría con Podemos, no asentaría el Gobierno en los nacionalismos, dijo que no subiría los impuestos, que no pactaría con Bildu, que tenía un comité de expertos para afrontar la pandemia, que no indultaría a los presos del procés, que no subiría el precio de la luz… ha mentido, y nadie lo dice ni dimite”, ha reprochado el popular.

“Estamos en la sexta ola y sigue mintiendo. El balance no puede ser más nefasto. Tenemos el peor Gobierno en el peor momento para España, pero afortunadamente cada vez más españoles dan su confianza al PP. Solo dos años después de ser investido un Gobierno como el de Pedro Sánchez, el partido de la oposición tiene más apoyo que el líder investido”, ha sentenciado, referenciando así el cambio demoscópico que se ha experimentado en nuestro país y que devuelve la confianza electoral a un PP que viene de cosechar los peores resultados de su historia.

El “contrato social” de Casado

El presidente del PP, después de cerca de 15 minutos plagados de críticas al Ejecutivo nacional, ha cambiado el rumbo de su discurso y ha pasado a enumerar las recetas de su partido para revertir la grave situación que, a su juicio, presenta el panorama español: “La gran convención del PP en Valencia dejó claro que tenemos un nuevo contrato social para los españoles”. Para ello, Casado ha enumerado varios de los problemas que presenta el diagnóstico nacional: el invierno demográfico –“un 40% de los jóvenes están en paro, un 60% no se puede emancipar y un 80% de mujeres dicen que hubieran tenido más hijos si hubieran podido”-, el sistema de pensiones –“Sánchez está diciendo por la puerta de atrás a los babyboomers que cobrarán menos”-, el sistema educativo –“no se puede decir que la concertada no estará garantizada, que las autonomías independentistas podrán fijar la lengua y que se podrá pasar de curso con asignaturas suspensas”-, y la respuesta al virus –“necesitamos hallar la coordinación con una ley de pandemias. No tiene sentido este tetris autonómico”-.

“El Gobierno es el único responsable para responder a las pandemia. Esta cobardía e irresponsabilidad de Sánchez, que solo ha salido para ponerse pegatinas de cosas que le son ajenas, esté costando preocupación, con familias que no pueden celebrar las Navidades porque hemos vuelto a llegar tarde ante un virus”, ha espetado.

“Hay esperanza. Planteamos una alternativa en la que todos los ciudadanos sepan lo que vamos a hacer. El ciclo es imparable: comenzó con las elecciones de Galicia, siguió con las mociones de censura fallidas en Murcia y en Castilla y León, continuó con la victoria en Madrid y seguirá con la victoria de Fernández Mañueco en Castilla y León, un presidente que convocó elecciones ante la falta de estabilidad por los socios de coalición. Le hemos trasladado nuestro apoyo, al igual que lo haremos con nuestro compañero Juan Manuel Moreno Bonilla”, ha proseguido, recordando así las últimas citas electorales –no ha mencionado la catástrofe del partido en Cataluña- y fiando su destino a próximas victorias en las urnas.

Sobre un posible cambio de Gobierno, y a preguntas de los periodistas, el líder de la oposición ha indicado que “el PP es un partido que sabe pactar a izquierdas y a derechas”, en un claro mensaje a Vox, de quien depende según las encuestas. Sobre la guerra con Ayuso, Casado se ha limitado a indicar que no perderá ni un solo minuto en cuestiones internas.