El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha dejado en el aire la postura que tomará su formación una vez concluya el recuento de las elecciones catalanas del próximo 14 de febrero. El líder de la oposición no ha garantizado que los votos de los conservadores en Cataluña sirvan para evitar un nuevo gobierno de tinte nacionalista.

En una entrevista concedida a Al Rojo Vivo, Casado también ha esquivado las preguntas de Antonio García Ferreras sobre la fecha de las elecciones catalanas tras la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). El líder del Partido Popular ha asegurado que “la Justicia siempre tiene la razón” y ha criticado que se “juegue con las fechas electorales”.

Asimismo, el jefe de la oposición ha dejado en el aire, pese a erigirse como el defensor de la Constitución por antonomasia, el apoyo de su formación al candidato del PSC, Salvador Illa, en caso de que éste gane las elecciones.

Casado entiende que el PSC, en caso de victoria, “tendrá el apoyo de ERC”. Sucedería lo mismo, a juicio del líder conservador, en el supuesto de que Salvador Illa salga victorioso de la cita con las urnas del próximo 14 de febrero. “Si gana Illa, tendrá el apoyo de ERC”. Esto es, a su modo de ver, lo que está en juego es “si Illa preside la Generalitat bajo las órdenes de Esquerra o viceversa”.

Lo que sí ha dejado claro es que el PP hará su campaña como partido que “representa la convivencia social y la recuperación económica”. No obstante, las aspiraciones de los populares pasan por tener una cierta “influencia” en el futuro de Cataluña.

La posición influyente que pretende el Partido Popular se vería comprometida si se traducen los números que ha reflejado el barómetro del CIS sobre las elecciones catalanas. No obstante, ya ha dejado claro que él no se cree los datos de la institución que dirige José Félix Tezanos, que dibujan unas proyecciones nada halagüeñas para el PP (7 diputados y 5,8 puntos).

La dimisión del consejero murciano

La entrevista de Casado en Al Rojo Vivo se produce un día después de la dimisión del consejero de Salud del Gobierno de Murcia después de que saliera a la luz su vacunación irregular. Después de que Manuel Villegas rechazara dimitir y Teodoro García Egea defendiera su huida hacia delante en un océano de presiones externas, el responsable de Sanidad de la región presentó su renuncia.

Sin embargo, Pablo Casado ha presentado este transcurrir de los hechos como un ejemplo de ética del Partido Popular. El líder de la oposición insinuó que el cambio de estrategia fue una decisión nacida en las entrañas de Génova. “La ejemplaridad que exijo desde que estoy al frente del partido quedó ayer muy clara”, ha sentenciado antes de subrayar que la ciudadanía puede ver que el “PP no sólo no tolera irregularidades, sino que da un paso más de ejemplaridad”.

La polémica del toque de queda

El presidente del Partido Popular abordó después la controversia suscitada por el adelanto del toque de queda en diversas comunidades autónomas a pesar de la negativa gubernamental. Según Casado, para esta variación no se precisa un nuevo decreto, aunque ha mantenido la incógnita sobre un posible apoyo al Gobierno en caso de que se debatiera un cambio en el texto normativo.

Lo que no ha evitado Casado han sido las críticas a Pedro Sánchez, a quien le afea que no dé la cara en estos momentos. El jefe de la oposición ha señalado que lo que necesita el país es una reforma legal que otorgue cierto margen a las autonomías en el marco de un plan nacional. “¿Dónde está el capitán del barco que ha sido el primero en abandonarlo?”, se cuestionaba con ironía.