Uno de los autobuses de campaña de Vox ha provocado este lunes el caos en Cáceres. El vehículo se ha quedado atrapado en el casco urbano de la ciudad extremeña rozando varios coches y destrozando algunos balcones. Así lo ha denunciado la Asociación de Vecinos de la Ciudad Monumental, quien ha explicado que el bus se ha quedado atascado en la calle Peñas, en la barriada de San Blas.

“Un autobús de Vox queda encajado en una de las estrechas calles del arrabal Cacereño. Coches rozados y balcones destrozados sufren las consecuencias, del empeño en entrar, a la fuerza bruta, donde no pueden hacerlo”, ha afeado desde su cuenta de Facebook.

El hecho ha tenido lugar cerca de las tres de la tarde y las imágenes se han difundido rápidamente por esta red social y Twitter. De hecho, muchos usuarios han aprovechado el accidentado momento para recordar que al autobús de campaña del que fuera candidato del PP a la Presidencia de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, le pasó lo mismo en un arco monumental de Zafra (Badajoz) provocando daños a la estructura de un monumento que tiene más de cinco siglos de Historia.

Desde la formación ultraderechista cuentan que el autobús lleva un par de días circulando por Cáceres para la campaña de las elecciones generales, coincidiendo el motivo de su llegada con la visita a la ciudad del líder de la formación ultraderechista, Santiago Abascal, quien el pasado domingo habló en esta ciudad antes de ofrecer un mitin en Mérida.

Por su parte, las redes sociales no han podido evitar dejar sus comentarios, la inmensa mayoría en tono de sorna, aunque también con un toque de realidad. “Buen ejemplo de lo que vienen a hacer a Extremadura: molestar”, escribía por ejemplo el periodista Dani Domínguez, quien se ha unido a las miles de interacciones.

Pactos PP-Vox en Extremadura

El de Extremadura ha sido uno de los casos más mediáticos en cuanto a pactos PP-Vox se refiere después de los resultados electorales del 28M, especialmente después del pasado 30 de junio, cuando contra todo pronóstico la candidata de los ‘populares’, María Guardiola, daba su visto bueno a un acuerdo con la ultraderecha tras haberse posicionado en contra de los de Santiago Abascal apenas unos días antes.

Con la advertencia de las voces de Madrid, Guardiola sentenciaría que había puesto su palabra “por detrás del interés de los extremeños”, cuando poco más de una semana antes había prometido que no iba a “traicionar” sus principios “por ser presidenta a toda costa”.

Tras la comprometida alianza reconocía que había faltado a su palabra, pero incidía en que había decidido dar “un paso al frente porque quería cambiar la vida de los extremeños” y que lo que ella pensara y/o dijera no era “tan importante como el futuro de éstos. De hecho, presentó a la opinión pública su decisión como una prueba de resistencia, pues asumió no haber optado por la “salida fácil”, que era dimitir; ni rendirse, algo que “muchos deseaban”.

Defensa de la caza y tauromaquia o “rebaja integral de impuestos”

El programa que la derecha y la extrema derecha han firmado en Extremadura queda materializado en un documento programático de 60 puntos, entre los que se encuentra la defensa de la caza y de la tauromaquia, una “rebaja integral de impuestos” o intensificar la lucha contra la “ocupación ilegal de inmuebles”.

En otro orden de cosas, destacan la posición de PP y Vox respecto a Educación y Cultura, dos de los asuntos que más controversia están provocando debido a las decisiones de la derecha y, sobre todo, de la extrema derecha. En este sentido, el documento se compromete a garantizar la “neutralidad ideológica” de la enseñanza en la autonomía, reconociendo el derecho de los padres a que los hijos reciban una educación acorde a sus convicciones.

La derecha y la ultraderecha, a lo suyo allá donde gobiernan

Las derechas van dando avisos de lo que puede suponer un Ejecutivo con ellas después de trece días. Un nuevo ejemplo es el que ha tenido lugar en Baleares, donde el nuevo Gobierno del PP, presidido por Marga Prohens, se ha estrenado con la supresión de las consejerías de Igualdad y Medio Ambiente, cuyas áreas competenciales quedarán diluidas en otras áreas de gobierno.

La recientemente nombrada líder del Ejecutivo ha explicado que las competencias de Medio Ambiente quedarán asumidas por otras consellerias como la del Mar o la de Medio Natural, mientras que las de Igualdad las asumirá la Conselleria de Familias y Asuntos Sociales.