La Comisión Europea ha dado luz verde al mecanismo de España y Portugal para contener la escalada galopante de los precios energéticos. La conocida como excepción ibérica, un mecanismo ideado por Madrid y Lisboa, llega más tarde de lo deseado por ambos Ejecutivos, que llevan semanas promocionando la medida y a expensas del ‘sí’ definitivo de Bruselas. Este miércoles, y apenas unos instantes después de que el Gobierno recibiese el mazazo de la ruptura de las relaciones anunciado por Argelia, el estudio detallado y pormenorizado de los plenipotenciarios del Viejo Continente ha acabado con la enhorabuena compartida de Pedro Sánchez y Antonio Costa.

No ha sido sencillo. A la demora en el anuncio, que ya se esperaba en el seno del Consejo de Ministros con cierta impaciencia, se le suma una negociación “a cara de perro” que acabó con Pedro Sánchez enfrentándose a Alemania y los países frugales en un cónclave del que el presidente salió airoso, con el visto bueno bajo el brazo y las dudas sobre cuándo podría hacer efectiva una medida con la que paliar, al menos de forma temporal y extraordinaria, una crisis de precios que ya amenazaba la estabilidad social del país.

Este mecanismo, que ya está siendo estudiado por Europa para ser aplicado en otros países durante los meses de invierno, será aprobado en nuestro país de forma oficial el próximo martes, en Consejo de Ministros, y supondrá fijar un tope al gas de 40 euros por megavatio hora (MWh) inicialmente que irá subiendo paulatinamente hasta los 50 euros de media durante los 12 meses en los que estará en vigor.

El 'sí' definitivo de Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión, llega dos meses y medio más tarde de que Europa reconociese a los dos países peninsulares como 'isla energética'. La rebaja permitirá a España y Portugal evitar el efecto contagio de la escalada de precios de la factura eléctrica que se está viviendo en toda Europa. Entonces, a finales de marzo, y tras una gira que llevó a Sánchez a visitar varios países de la Unión Europea para medir los ánimos respecto a su planteamiento de rebaja del precio del gas, la reunión que mantuvieron los mandatarios fue promocionada por Pedro Sánchez como un encuentro "que cumplía las expectativas". 

Fueron nueve horas y media de tensión, con filtraciones a los medios franceses que provocaron que el presidente del Gobierno, visiblemente molesto, diese un golpe en la mesa y decidiese abandonar la sesión ante la negativa que estaba recibiendo: "Me voy a airear", se limitó a decir. Suficiente para evidenciar el descontento y volver con aires renovados, un ambiente más propenso al entendimiento y el quórum del Consejo Europeo frente a la reticencia de los frugales. "Lo que pasa en el Consejo se queda en el Consejo", se limitó a indicar el líder del Ejecutivo, sonriente, a la salida de aquel largo y decisivo encuentro con el resto de presidentes europeos. 

El plan, al detalle

"La medida temporal que aprobamos hoy permitirá a España y Portugal bajar los precios de la electricidad para los consumidores que se han visto muy afectados por la subida de los precios de la electricidad debido a la invasión rusa de Ucrania", ha indicado la vicepresidenta de la Comisión Europea y comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, que ha añadido que al tiempo, "se preservará la integridad del mercado único".

Concretamente, esta medida conseguida en el seno de la Unión y promocionada como una victoria ibérica por España y Portugal, consiste en un plan de ayudas de 8.400 millones de euros para ambos países en el marco de la agresión militar rusa de Ucrania, distribuidos en 6.300 millones de euros para España y 2.100 millones de euros para Portugal para reducir los costes de los suministros de las centrales eléctricas alimentadas con combustibles fósiles y, por tanto, rebajar sus costes de producción así como, el precio del mercado mayorista de la electricidad en beneficio de los consumidores.

El acuerdo alcanzado con el Ejecutivo comunitario estipula el precio medio del gas en torno a los 50 euros/MWh, arrancando con 40 euros para reducir drásticamente los precios en un momento de extrema delicadeza y que irá subiendo hasta fijar la media aprobada por Europa. La cifra permitirá un desahogo al bolsillo de los españoles, ya que el precio medio logrado contrasta con los más de 100 euros por megavatio/hora que sufre actualmente el mercado energético.

El Gobierno, en sus primeros estudios, calcula que esta excepción de urgencia conllevará una rebaja del 22% en el mercado mayorista y de algo más del 15% en la factura de aquellos consumidores que tengan una tarifa regulada. Los cálculos de Portugal son similares: el Ejecutivo luso vaticinó que sus ciudadanos habrían sido beneficiados con una rebaja del 18% si la medida se hubiese aprobado desde el mes de enero.