El Partido Popular eludió el domingo la iteración de la foto de Colón, pero no sorteó la polémica que iniciaron desde sus propias filas. Isabel Díaz Ayuso encendió la luz roja en Génova al involucrar a Felipe VI. Unas declaraciones que no sólo se entienden como un desafío al propio monarca, sino al mismo Pablo Casado. Esta estrategia desapareció del argumentario popular hará dos semanas. Una autoenmienda impuesta al entender el error que supondría situar al Rey en el centro del debate sobre los indultos a los políticos catalanes.

“¿Qué va a hacer el Rey de España a partir de ahora? ¿Va a firmar estos indultos? ¿Lo van a hacer cómplice de esto?”, se preguntaba la presidenta de la Comunidad de Madrid en funciones, desatando un temblor en Génova con el que nadie contaba. Las palabras de Ayuso pillaron por sorpresa a la plana mayor del PP. De hecho, ni Pablo Casado ni José Luis Martínez-Almeida respondieron a esta interpelación con aplausos, como si hicieron hasta ese momento.

El asombro era tal entre los miembros de la cúpula del PP que la extrañeza del líder y del portavoz del partido se convirtió en “enfado” generalizado hacia la ‘estrella’ conservadora. Sabedores de lo que supone vincular al Rey en el debate de los indultos, en Génova ya expresan su enfado e intentan enmendar lo que entienden como un “error” o un “patinazo” que derivará en un quebradero de cabeza para los populares.

¿Qué va a hacer el Rey de España a partir de ahora? ¿Va a firmar estos indultos? ¿Lo van a hacer cómplice de esto?

Según ha publicado el diario El Mundo, fuentes de la dirección nacional del PP han afirmado que “no queremos meter al Rey en esto”. “Es verdad que Sánchez pone en un compromiso a Felipe VI, porque le enmienda el discurso del 3-O, pero es obvio que es quién tiene que firmar los indultos”, argumentan desde Génova.

La esperanza de la cúpula poco después de que cristalizaran las palabras de Ayuso era una matización inmediata por parte de la presidenta regional. Por supuesto, no ocurrió tal cosa y la interpelación directa – así es como ha cuajado en el imaginario colectivo – coletea aún en la madrileña sede del PP.

Expresiones como “qué cagada”, “madre mía” o “cuando lo he oído…” verbalizan el sentir de la dirección nacional del Partido Popular. Sobre todo porque entienden que la presencia de Isabel Díaz Ayuso, como presidenta de la Comunidad de Madrid, era “institucional”. “No en contra de, sino a favor: a favor de España”, agregan.

Es verdad que Sánchez pone en un compromiso a Felipe VI, porque le enmienda el discurso del 3-O, pero es obvio que es quién tiene que firmar los indultos

Especifican en el cuartel general popular que el enfado se vincula sobre todo al uso de la palabra “cómplice” y a la pregunta de si Felipe VI firmará o no los indultos más que al trasfondo de la crítica. Y es que en el Partido Popular, incluso el propio Casado, se ha recurridoal argumento de que Sánchez compromete al monarca al ‘obligarle’ a firmar algo que considera indigno.

El desconcierto en el Partido Popular aumenta cuando la propia formación desestimó esta estrategia a principios de este mismo mes. Altos cargos de la ejecutiva conservadora, como Antonio González Terol ya utilizaron al Monarca en su argumentario para posicionarse contra los indultos.

Expresiones como “qué cagada”, “madre mía” o “cuando lo he oído…” verbalizan el sentir de la dirección nacional 

Sin embargo, la estrategia cayó en saco roto en los últimos coletazos del mes de mayo. Nació muerta porque en la propia dirección nacional del PP entendieron que un partido “de gobierno” no podía utilizar la imagen del monarca para situarla en el centro del debate sobre los indultos.

Oficialmente, en el Partido Popular no han entrado a valorar la polémica declaración. Cuca Gamarra, portavoz parlamentaria de los conservadores, ha esquivado las preguntas que Mónica López le ha trasladado al respecto en La Hora de TVE. “No soy comentarista de las declaraciones que hacen mis compañeros”, se ha limitado a responder en la cadena pública.

Malestar en la derecha

Las palabras de Ayuso no sólo causaron malestar en el seno de su partido, sino también en el espectro de la derecha tanto mediática como política. De hecho, el diario ABC ha censurado este lunes la interpelación directa de la presidenta madrileña al monarca, indicando que “se extralimitó”.

También Ciudadanos cargó contra la que otrora fuera su socia en la Comunidad de Madrid. Edmundo Bal, vicesecretario general de los naranjas, recalcó que “señalar” a Felipe VI por la firma del indulto “a la que le obligará el Gobierno” es un “grave error”. “Sánchez es el responsable de esta humillación”, apuntaló el liberal.

Pasadas las horas, Ayuso aún no ha enmendado sus palabras y en Génova se espera que la presidenta zanje la polémica con una matización antes de que la sangre llegue al río. Lo que sí han trasladado desde el entorno de la presidenta madrileña es que utilizó una “pregunta retórica” sobre lo que hará el Rey y que en ningún caso se trataba de una interpelación directa a Felipe VI.