Guerra total en Ciudadanos. Inés Arrimadas no ha confirmado abiertamente que se postulará como candidata a la releección en las primarias naranjas. La líder de los liberales, que ha reconocido "desavanencias" con Edmundo Bal, ha lanzado un ultimátum a su "mano derecha": "Si no recapacita, lanzaré mi candidatura". La catalana ha dirigido una oleada de reproches hacia el abogado del Estado, a quien acusa de anteponer las elecciones generales a la paz orgánica. De hecho, ha asegurado que el equipo de la refundación ha trabajado en la confección de una lista "de unidad", de la que el propio Bal era plenamente consciente.

El huracán ha llegado a Ciudadanos para quedarse. Alcalá 253 es la zona cero de una tempestad inoportuna, en un momento clave para la formación. La refundación queda en un segundo plano, eclipsada por una guerra abierta y que, salvo que Edmundo Bal recule y se pliegue ante las advertencias de su “amiga”, promete ser encarnizada. Arrimadas ha devuelto la pelota al tejado del abogado del Estado, a quien el oficialismo ha adjudicado el papel de villano.

La impuntualidad de Arrimadas disparó los niveles de incertidumbre. Retraso que obligaba a la líder liberal a pedir disculpas a los periodistas congregados en la sala de prensa. Con todo, optó por no abordar la insurrección de Bal desde el minuto uno, sino que puso el foco en el “enésimo ataque” del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, contra la “democracia” con la supresión del delito de sedición.

Arrimadas recalcó la importancia de presentar a los españoles una alternativa a la “ambición sin frenos ni escrúpulos” del jefe del Ejecutivo, a quien le acusa de “desguazar” la Constitución en la víspera del aniversario de su aprobación. Frente a esta doble cara de Sánchez, la líder liberal presenta a Ciudadanos como un contrapeso “fundamental”. Una importancia que justifica el acelerón en el proceso de escucha de cara a la refundación que culminará el próximo 15 de enero.

Arrimadas: “Hemos tenido discrepancias importantes con leyes muy conflictivas, pero ni estas deben llevar un partido a la ruina"

Ciudadanos lleva meses inmerso en la reconstrucción de su espacio, mediante un proceso “sin precedentes” en la historia de la formación y del que emanaron conclusiones que aunaban todos los estudios, reuniones y encuestas. “Vamos a celebrar una asamblea de la que debemos salir unidos y listos para las próximas elecciones de mayo”, ha advertido una Arrimadas que ha centrado el tiro precisamente en los comicios autonómicos y municipales. Punto importante de su discurso y primer cuchillo arrojadizo a Bal, al que le afea olvidarse de sus candidatos locales y anteponer su interés en las próximas generales.

El ultimátum de Arrimadas

La presidenta, hasta la fecha, había guardado silencio. Oculta, en un discreto segundo plano, presenció la traición de su “mano derecha”. Rehusó salir a la réplica de inmediato y aguardó hasta este lunes, entendiendo que la refundación aún está inmersa en el “cómo” y no en el “quién”, pero también porque ha trabajado duramente en una “candidatura de unidad”. “De esto es plenamente consciente mi mano derecha, mi portavoz nacional, mi amigo, Edmundo Bal”, ha deslizado una visiblemente molesta Arrimadas. Segundo cuchillo arrojadizo.

Arrimadas entiende que el municipalismo y el autonomismo es capital en este proceso, habida cuenta de la proximidad de los comicios de mayo. Este episodio de la refundación, según la líder del partido, no se concibió para pensar en las “elecciones generales”, sino para ayudar a “nuestros candidatos” locales. “Esto es algo que debe saberse”, ha destacado la presidenta naranja.

De lo que Bal debería ser consciente, según Arrimadas, es de las necesidades de sus candidatos autonómicos y municipales, que han de ser amparados por un “partido unido” y no enfrascado en cuitas internas por las “elecciones generales”. Arrimadas considera que no se puede desaprovechar el trabajo de todos ellos, sino que es el momento de recorrerse cada pueblo y cada ciudad.

Arrimadas apela a la unidad: "Tenemos que estar unidos, pisar la calle en apoyo de nuestros compañero"

Por ello, la candidatura de su “compañero y amigo” ha caído con total sorpresa en la estructura liberal y sembrado “incertidumbre” entre el grueso de la militancia. En este punto, la líder liberal ha reconocido las “desavenencias” que habrían llevado a Bal a dar el paso adelante. “Hemos tenido discrepancias importantes con leyes muy conflictivas. Es cierto. Pero nada, ni siquiera esa discrepancia, puede llevar un partido a la ruina”, ha destacado la líder de los centristas.

Considera que España necesita un proyecto equilibrado como el de Ciudadanos, pero su utilidad dependerá de su habilidad para eludir conflictos que hagan mella en el proceso de refundación. “Tenemos que estar unidos, pisar la calle en apoyo de nuestros compañeros”, ha ahondado una Arrimadas que dejaba lo más grande para el final.

No había resuelto aún la duda, aunque tampoco lo ha hecho definitivamente. Lo que sí ha dejado clara es su postura con Bal. Arrimadas ha respondido al reto del abogado del Estado. “O recapacita o presento mi candidatura de unidad”, ha sentenciado la presidenta de Ciudadanos, quien ha invitado a su portavoz a dar marcha atrás y “participar” en una “alternativa real y abierta a nuevos liderazgos”.  

Como deferencia a Bal, Arrimadas ha prometido regresar a ese segundo plano con el fin de reunirse con su compañero y retornar al “punto inicial”. “Debemos ser útiles para nuestro país”, ha continuado la líder de los liberales, que se siente apenada por el cisma generado por una “diferencia ideológica”. No obstante, no tiene dudas de que alcanzarán un acuerdo que dé carpetazo a la crisis.