Imagen del vídeo de 'El Mundo' con el encuentro entre Álvarez del Manzano y Ana Botella, ayer, en un acto



Lo peor que la ha podido pasar a la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, este miércoles, tras la polémica por las clases de golf impartidas al expresidente Aznar y otros miembros de su familia, pagadas por una entidad mixta del Ayuntamiento, fue encontrarse con José María Álvarez del Manzano, regidor cuando tuvieron lugar dichas clases. El exalcalde intentó tranquilizar a la actual alcaldesa, en un acto en el que coincidieron, pero la puso en un mayor aprieto.

"Échame a mí la culpa..."
"Tú di que eso es falso y échame a mí la culpa", le dijo Álvarez del Manzano a Botella tras el beso de saludo, según un vídeo publicado hoy por El Mundo, en el que es palpable el nerviosismo de la alcaldesa quien, de seguro, temió que algún micrófono indiscreto pillara la conversación, como así sucedió.

Botella negó la información
Las palabras del exalcalde van en la misma línea de la versión mantenida en un primer momento por el entorno de Botella, que negaron la información de este miércoles de El Mundo. Según desveló ayer el citado diario, José María Aznar se dejó mimar en 2001, siendo presidente del Gobierno, cuando aceptó la invitación del Club de Campo de Madrid para recibir clases de golf gratis, de febrero a septiembre de aquel año. En total, 285 clases, con un coste de casi 12.000 euros, y no sólo al jefe del Gobierno, sino también a su esposa, Ana Botella, y a su hijo pequeño.

Una empresa mixta
Las clases de golf fueron pagas por el Club de Campo Villa de Madrid, una empresa mixta, cuyo capital mayoritario es del Ayuntamiento de Madrid, con un 51% de participación. Los otros socios son el Patrimonio del Estado (24,5%) y la antigua Real Sociedad Hípica Española Club de Campo (24,5%).

Los Aznar pagarán
Tras la polémica provocada por la información, los Aznar anunciaron que pagarán el importe “voluntariamente” e “independientemente” de que concluya una investigación abierta por la empresa mixta, que determine el coste de las clases realmente impartidas. La entidad ha consultado las agendas de los miembros de la familia Aznar en las fechas indicadas en las facturas y ha abierto una investigación “ante la improbabilidad de que esas clases ocasionales alcanzaran el número de horas o el importe facturado”, así que se pretende comprobar la “veracidad del contenido de esas facturas y exigir, en su caso, las responsabilidades que procedan a quien cobró esas cantidades del Club”.