El Orgullo LGTBI regresa a las calles de la capital en su máximo esplendor tras dos años marcados por la pandemia, aunque con serio peligro por la gestión del Ayuntamiento de Madrid para que se celebre de una forma segura y cívica. Del 1 al 10 de julio tendrá lugar este gran festival para “celebrar, debatir y mostrar la diversidad”, aunque el Grupo Mixto en el consistorio teme por lo que pueda ocurrir en su celebración por la falta previsión, planificación y preparación, y creen que con esto, el gobierno municipal busca el caos para boicotear la celebración y así tener motivos para dejar de hacerla en la ciudad.

Los escenarios para la celebración de este 2022 están previstos en la Plaza del Rey, la de Pedro Zerolo, la de Callao y la Plaza de España, y el Gobierno de Almeida no ha presupuestado el quitar bancos y otros elementos de la vía pública para facilitar la instalación de los escenarios, tampoco ha diseñado un plan de evacuación, de limpieza ni de emergencias, que deben acompañar a un evento de tal calibre al reunir a cientos de miles de personas. Todo ello sigue sin hacer a dos semanas para que comience la celebración y ha sido denunciado por Marta Higueras, concejala e impulsora de Recupera Madrid, en declaraciones a ElPlural.com.

Pero tampoco la instalación del mayor número posible de baños portátiles está prevista para impulsar con ello la limpieza en las calles. Tal como asegura Higueras, en la única reunión a la que han sido convocados en lo que al Orgullo se refiere, el comité organizador aseguró que estaban calibrando cuántos baños poner y acordaron “poner los menos posibles”. No obstante, la problemática en la cuestión de los baños no solo radica en su número, sino también en el servicio de limpieza con el que deben contar para su correcto funcionamiento y usabilidad.

Sin barras en las calles pero mucho ruido

Marta Higueras indica en declaraciones a este medio que todavía hay más puntos polémicos en lo que se ha establecido para este Orgullo 2022. El más grave de todos, probablemente, es la exención de ruido que el Gobierno de Almeida no quiere llevar a cabo. Si esto no se hace, como en cualquier otra celebración, los escenarios siempre van a superar los decibelios permitidos y ello va a provocar multas muy cuantiosas para las entidades, que serán incapaces de afrontar. Un ejemplo de ello fue en 2015, cuando las fiestas acabaron “con multas millonarias” por sobrepasar el ruido permitido, y cuando el Gobierno que lideraba Manuela Carmena indultó a los colectivos esos días de cumplir la normativa.

A ello hay que sumar la cuestión de las barras en las calles. De momento no se contemplan, lo que daría lugar a un macrobotellón en toda regla. “Si no hay baños, el civismo queda un poco de lado; si no tienes barras, a ver dónde compras la bebida y el macrobotellón está asegurado”, resume Higueras.

Además, la concejala también hace referencia a la cantidad que se acordó para el Orgullo en los Presupuestos del Ayuntamiento. “Cuando se presentaron los Presupuestos había cero euros para las entidades LGTBI y para la celebración del Orgullo, y nosotros, en esa negociación para aprobar las cuentas, aparte de otros puntos, incluimos esos 500.000 euros para esta celebración”, relata. No obstante, esta cantidad no es lo único que se necesita para una celebración de tal calibre: “Todas estas cosas conllevan un presupuesto, como también el refuerzo de agentes policiales para la seguridad, el presupuesto de limpieza...”. Además, señala que esta serie de trabas parecen mecanismos para que la subvención concedida sea devuelta en forma de multas.

Otro aspecto a tener en cuenta y que el consistorio no ha querido hacer referencia, al igual que con las cuestiones anteriormente expuestas, es que durante esta celebración la ciudad no se paraliza. “Hay que garantizar que el funcionamiento de la ciudad siga siendo normal, porque la ciudad no se para y hay que permitir a la gente que pueda desarrollar su vida con normalidad”, afirma al respecto. Un ejemplo que Higueras pone al respecto es que “en toda el área donde se celebra el Orgullo hay iglesias donde se siguen celebrando bodas, por lo que se tiene que dejar un corredor para garantizar que la gente pueda llegar a las mismas, o los parkings de los ciudadanos que viven o trabajan en estas zonas”.

A modo anecdótico, Higueras comenta que en la comisión pasada, Begoña Villacís, que es la coordinadora del evento, le preguntó por el plan de seguridad y ésta le dijo que ya estaba hecho y que le pasaría las cifras enseguida. “Minutos más tarde salió el delegado de Seguridad a desmentir a Villacís y decir que no lo tenían hecho porque estaban volcados en la cumbre la OTAN. Tienen un descontrol bastante importante”, añade.

Por todo ello, la concejala del Grupo Mixto es rotunda mostrando que en el colectivo y en los organizadores hay una gran preocupación. Así, señala que ya ha registrado una iniciativa para el próximo pleno para ver dónde se posicionan Almeida y Villacís: “Estamos pidiendo que se haga de inmediato el plan de limpieza, de seguridad, de exención de ruido… que se informe de que eso está hecho y se les informe a los organizadores. Eso vamos a exigir”.

“Esto parece LGTBIfobia institucional y hace pensar que están poniendo muchas pegas y dinamitando el Orgullo sin poner los medios que ellos tienen que poner para que se celebre en condiciones de seguridad y de una manera cívica”, zanja Marta Higueras.

 Un Orgullo cada vez más mercantilizado

Pese a estas clausuras abusivas que MADO, empresa participada por Aegal -empresarios de la noche de Chueca- junto a COGAM y FELGTBI+, ha firmado con el Ayuntamiento de Almeida, el Orgullo cada vez está más mercantilizado y patrocinado, y con ello se mueven ingentes cantidades de dinero.

Muestra de ello son los precios de la publicidad para exponer con motivo del Orgullo, el mayor evento urbano que tendrán lugar en España este año. Hay diferentes modalidades de patrocinio: autobuses circulando por la ciudad en la semana previa, carrozas en la manifestación, formación en materia LGTBI+ y stands en Chueca. El precio del street marketing en autobuses es de 500€ por día, el de adquirir una carroza de 35.000 euros (IVA no incluido) y el de un stand en la plaza de Pedro Zerolo o de Chueca es de 7.000 euros (IVA no incluido) por un día.

Los feos del PP

Este martes ha tenido lugar la presentación del Orgullo en el Museo Thyssen de Madrid, y dos concejales del Partido PopularJosé Fernández y Almudena Maíllo, han demostrado su desprecio hacia esta celebración. Mientras Uge Sangil, presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTBI+), ha reprochado al Almeida no haber colocado la bandera arcoíris en la fachada del Palacio de Cibeles, estos dos concejales se han levantado y han abandonado el evento.

Además, Fernández ha protagonizado unas polémicas declaraciones a la salida. Mientras ha defendido que Almeida es “alcalde de todos los madrileños, y como tal merece el respeto de todo el mundo, y el Orgullo no puede estar manipulado”, ha remarcado que “en Madrid el Orgullo se celebra, Cibeles va a estar iluminado y la fuente también”. “La bandera se lleva dentro”, ha rematado.

Esta actitud del equipo municipal para no colocar la bandera arcoíris en Cibeles ha provocado la repulsa de la oposición. Una de las más severas en contestar ha sido Rita Maestre, concejala en el Ayuntamiento y portavoz del Grupo Municipal de Más Madrid: “Como desde hace tres años, desde Más Madrid solamente tenemos un mensaje para Almeida: pon la bandera en Cibeles”. “La bandera arcoíris tiene que volver a la sede del Ayuntamiento de Madrid y nada de lo que hoy se ha anunciado parece ir en esa dirección”, ha añadido.

Además, Maestre ha remarcado: “También valorar la enorme falta de autocrítica en el Partido Popular. A los dos concejales del PP que hoy se han levantado de forma irrespetuosa con la organización del MADO para no escuchar las críticas a Almeida, decirles que gobernar es gobernar para todos, y gobernar es escuchar y recoger las alabanzas, pero también las críticas”.