El Hospital de Torrejón de Ardoz se encuentra en el ojo del huracán del foco mediático después de la publicación de unos audios en los que el CEO de Ribera Salud, la entidad privada que gestiona el centro, abogase por incrementar las listas de espera para engordar los beneficios en perjuicio de los pacientes. No obstante, lo conocido en los audios es solo la punta del iceberg, ya que la precarización de este centro viene de atrás y sus numerosos problemas ya fueron señalados por sus trabajadores y por los sindicatos.
Este hospital fue inaugurado en 2011 en el marco del desarrollo de varios centros públicos que serían asumidos por la gestión privada durante el mandato de Esperanza Aguirre. Sirve a 140.000 personas y todos sus servicios son públicos, pero están gestionados íntegramente por el grupo privado Ribera Salud, una empresa con sendas relaciones con el PP por administrar numerosos centros sanitarios en las comunidades donde gobierna. Es ahora cuando ha trascendido el escándalo, pero las alarmas vienen de antes. En mayo de 2025, 260 trabajadores firmaron un manifiesto en el que, además de achacar a los directivos en ese momento una mala gestión del personal y un mal ambiente laboral, mostraban su preocupación por las dimisiones, bajas y ceses de profesionales desencantados con un modelo precario, a los que reemplazan constantemente y a toda velocidad a través de una web privada especializada en contratos sanitarios, denominada Livo. "Esto supone que llega gente sin experiencia, que no sabe manejar el sistema y estamos constantemente formando y adaptándonos a personal nuevo", publica elDiario.es en sus páginas tras entrevistar a uno de los empleados.
Los trabajadores han denunciado, también este año, "prácticas poco idóneas" para los pacientes y un servicio especialmente precario que se nota en diferentes aspectos como, por ejemplo, que los radiólogos hagan guardias desde su casa. Esto supone que un técnico hace la radiografía o ecografía presencialmente usando las máquinas del centro, pero el radiólogo que la analiza está conectado en línea, en su domicilio o en otro centro de trabajo, y la interpreta desde allí, complicando la comunicación con el resto de profesionales, tal y como alertaban ellos mismos. Pese a los refuerzos, desde dentro del hospital señalan que esta práctica continúa. Desde la dirección del hospital admiten la práctica y la justifican alegando que "supone una ventaja porque apoya en remoto al equipo clínico presencial".
Varias velocidades en la atención por intereses económicos
Por otro lado, emplados también denuncian que han detectado varias velocidades a la hora de atender a los pacientes en función de los intereses económicos del hospital. Nuevamente según el citado medio, los trabajadores relatan que se prioriza en consultas externas o en operaciones quirúrgicas a pacientes que pertenecen a otros hospitales y que provienen de la "libre elección" que impuso Esperanza Aguirre en 2010, ya que el beneficio del centro es mayor al 'tragar' pacientes de otros centros: por cada paciente captado de otra área sanitaria, el hospital cobra un plus. "Hay una diferenciación entre pacientes por motivos de rentabilidad empresarial”, lamentaba el manifiesto de los empleados.
"Algunas jefaturas de servicio son presionadas para priorizar en la programación de consultas externas y listas de espera quirúrgicas a los pacientes procedentes de otras áreas sanitarias frente a la de Torrejón. En los audios, lo que se está diciendo es lo que está pasando: si pertenecías a Torrejón podías tener 100 o 120 días de espera para operarte, mientras que si eras de fuera, eran 15 días, porque para esta gente sí se han abierto los quirófanos por la tarde", relataban también. Desde el hospital, por su parte, niegan que existan esas jerarquías y argumentan que la priorización obedece únicamente a criterios técnicos.
Urgencias sin MIR
Por otra parte, los profesionales también denuncian que las urgencias no cuentan casi nunca con MIR (Médico Interno Residente), y que en su lugar se encuentran profesionales que no han pasado la residencia completa y no tienen toda la experiencia. "A veces tienen un médico adjunto para todos, pero cuando este está descansando u ocupado en un caso, se quedan solo residentes o con médicos sin MIR. Hay muchísimos errores en urgencias que luego pagamos en los servicios", relatan varios profesionales. En el mismo sentido, el manifiesto relata que la Unidad de Cuidados Intensivos no pudo formar siquiera residentes, que tuvieron que ser distribuidos temporalmente en otros centros de la Comunidad de Madrid, por la marcha de muchos especialistas de este servicio ante unas complicadas condiciones laborales. El de Torrejón, además, tiene el título de "hospital universitario" precisamente porque sirve como formativo para residentes en proceso de MIR.
Otras secciones en las que los trabajadores han dado la voz de alarma han sido anestesiología y quirófanos. Los profesionales denuncian que "se usa el quirófano de urgencias para intervenciones programadas, que lo bloquean durante horas con el consiguiente riesgo para los pacientes", o que "haya solo una persona especialista en anestesia a cargo de dos quirófanos al mismo tiempo", una peligrosa práctica de la que se perdió la costumbre en este mismo centro y que más tarde regresó, algo que la propia empresa niega categóricamente de nuevo, alegando que "todos los pacientes son tratados con seguridad".
Por otro lado, los profesionales se muestran escépticos con el filtro de urgencias, ya que aseguran que el triaje prioriza "que no se vea mucha gente esperando". "Priorizan a los azules (personas que acuden a urgencias, pero que no presentan patologías graves y que pueden esperar más tiempo) frente a los amarillos y naranjas (perfiles estables, pero pueden necesitar un tratamiento más complejo) para que no se vea mucha gente esperando", denuncia un sanitario con experiencia en las urgencias del centro. Por su parte, el sindicato de enfermería Satse denunció, en esta línea, "directrices de triaje que no responden a criterios clínicos, como la reasignación de pacientes amarillos a triaje verde (de menor gravedad) basándose en razones estadísticas y organizativas inaceptables", o lo que es lo mismo, la recategorización de pacientes a una gravedad menor de la que realmente padecían, por motivos de estadística.
Síguenos en Google Discover y no te pierdas las noticias, vídeos y artículos más interesantes
Síguenos en Google Discover