En las páginas del diario El Mundo, Esperanza Aguirre ha emergido como escudera de su pupila y presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso ante las “intoxicaciones” de los “niñatos de Génova”. La exlideresa no ha ocultado su voto en la entrevista concedida al periódico de Unidad Editorial y ha admitido se decantaría por la jefa del Ejecutivo madrileño, lamentando que el Partido Popular de Madrid lleve cinco años regido por una gestora.

Las espadas están por todo lo alto. Ayuso ha sido la única en anunciar públicamente que presentará su candidatura al PP de Madrid, pero el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, se mantiene en las quinielas pese a sus constantes regates cuando se le interroga por este asunto. “Ahora no toca” es la respuesta más repetida por el también portavoz nacional del PP. Sin embargo, la rumorología se disparó cuando Pablo Casado, en un desayuno informativo la pasada semana, situó en la terna al regidor, deslizando que hay “dos militantes con mucho peso” en la sucursal conservadora de Madrid.

La exlideresa no se moja cuando se le pregunta quién debe presidir el PP regional. “Quien digan los afiliados”, despeja Aguirre. Sin embargo, interpelada sobre si apoyaría a Ayuso frente a Almeida, la expresidenta de la Comunidad de Madrid  es cristalina: “Es muy inteligente y yo le admiro mucho, por lo que creo que no se va a presentar”.

Aguirre, que ha exigido la celebración del congreso “cuanto antes” porque no entiende que el PP de Madrid lleve cinco años bajo el control de una gestora, ha destacado que los presidentes del PP en toda España “son los que presiden la comunidad” de turno o quienes son “candidatos autonómicos”. Recuerda que una vez acudió a una reunión de presidentes autonómicos en La Rioja que convocó Mariano Rajoy y lamentaba que “todo el mundo era presidente de su partido menos yo”. “Esto no es normal y lo ha dicho muy bien Ayuso: hay que normalizar la situación de Madrid”, ha agregado.

Sin embargo, las altas instancias del partido a escala nacional tienen una visión diametralmente opuesta a la de la expresidenta regional. Algunos círculos en Génova resaltan que “si se preside la Comunidad y el partido, éste queda en un segundo plano”. “¿Y eso qué le parece a Núñez Feijóo? ¿O a Mañueco? ¿Qué le parece a Juanma Moreno?”, se quejaba una airada Aguirre, quien exigió a “los niñatos de Génova” que “no digan tonterías” y a los que acusa de “intoxicar”.

De hecho, Aguirre asegura que tanto el presidente de la formación, Pablo Casado, como el secretario general, Teodoro García Egea, le pusieron “por escrito” que estaban de acuerdo en que el “modelo no fue malo”. “Por lo tanto, que no cuenten historias”, matizaba la expresidenta regional.

Desde el sector más próximo al alcalde aseguran que es inviable estar a la Comunidad de Madrid y al Partido Popular. Pero Aguirre también tiene palabras para ellos, a los que también califica como “niñatos” y que están encabezados por un chico de “cuyo nombre no quiero acordarme”. “Que no digan bobadas, que no han ganado una elección y han perdido todas a las que se han presentado”, ha puntualizado.

Asimismo, ha destacado que “no tiene ningún sentido” tener una presidenta autonómica, un alcalde y un presidente o presidenta del Partido Popular. Aguirre resalta que el PP de Madrid tiene a la persona que “más daño ha hecho” a Pedro Sánchez y a Pablo Iglesias, agregando que Ayuso tan sólo pretende “normalizar la situación del PP de Madrid”.

Aguirre sospecha que Génova maniobra para retrasar la celebración del congreso y “eso no puede ser”. Recuerda que el Tribunal Supremo condenó al Partido Popular de Mariano Rajoy “por no convocar el congreso cuando le correspondía”, por lo que tienen que celebrarlo a la mayor brevedad posible a juicio de la exlideresa.

Casado y sus errores

La ex del Partido Popular no tiene remilgos a la hora de decantarse entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso. “Es una crack y lo ha tenido todo en contra”, alega Aguirre, quien resume que cada vez que le critican, le calumnian y le ponen el mote de IDA, “la están encumbrado”. No obstante, reconoce que el actual líder de la formación hizo un discurso “extraordinario” en el Congreso en el que resultó presidente, prestándose a “dar todas las batallas ideológicas”.

Pero en el debe de Pablo Casado está el alejamiento de la guerra cultural e ideológica a la izquierda. “Dejó de dar batalla” en verano de 2020 al adoptar un “cambio estratégico” para captar los votos de Ciudadanos. “Estoy de acuerdo en la estrategia, pero en la táctica hubo tres errores crasos: cesar a Cayetana Álvarez de Toledo, la moción de censura y la entrevista en RAC1”, resume Aguirre.

Cree que Álvarez de Toledo “había dado todas las batallas ideológicas y las había ganado” y censura que en el debate de la moción de censura de Vox traspasara la barrera del ataque personal, aunque admite que es lícito “que se vote no” a Santiago Abascal como presidente del Gobierno. Asimismo, en cuanto al tercer error táctico, la exlideresa plantea que la entrevista en la radio catalana no sólo no dio rédito al Partido Popular en los comicios regionales, sin atrapar ninguno de los 30 diputados que perdió Ciudadanos, sino que, además, regaló terreno a Vox. “Yo nunca he visto al PP tan deprimido como después de las elecciones catalanas”, ha apuntado.