Pasadas las 02:20 de la madrugada de este jueves, la Hermandad de la Macarena de Sevilla concluía los trabajos de exhumación de los restos mortales del general golpista Gonzalo Queipo de Llano y del auditor de guerra Francisco Bohórquez Vecina. Un acontecimiento histórico celebrado por la totalidad de la izquierda, pero que se ha topado con las reprimendas enfangadas del sector más ultra de la derecha. Tras concluir el desenterramiento del criminal de guerra, con los primeros coletazos del sol, el líder de Vox, Santiago Abascal, expandía sus soflamas contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y sus "secuaces" tras sacar los cuerpos de los golpistas de la Basílica. "En estos días de recuerdo y honra a los difuntos, aprovechan para profanar sepulturas y perturbar el descanso de los muertos", ha espetado. 

A escasas horas del comienzo de la exhumación, Vox aprovechaba la señalada fecha para presentar su vacuna contra la Ley de Memoria Democrática, la cual, a la postre, obligaba a desenterrar a los criminales de la guerra de la Basílica de la Macarena. Los ultraderechistas registraron en el Parlamento de Andalucía su Ley de Reconciliación, con el fin de emplazar al Partido Popular a derogar el texto vigente y de reciente aprobación en el Congreso de los Diputados.

Una maniobra que dejaba a las claras -por si no lo estuviera ya- el posicionamiento de la ultraderecha con respecto a la Ley de Memoria en general y, a título particular, con la exhumación de los restos de Queipo de Llano y Bohórquez que comenzaría a última hora del miércoles y se extendería hasta bien entrada la madrugada del jueves.

Al proyecto de los ultraderechistas se le ha sumado la primera opinión que pivota en torno a la propia exhumación. Su máximo responsable, Santiago Abascal, ha verbalizado el pesar de Vox para con el desenterramiento del militar franquista. Lo ha hecho a través de Twitter, donde resuelve en apenas cuatro líneas no exentas de ataques al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y, por supuesto, a sus socios.

Abascal ha recurrido a la ya pasada festividad de Todos los Santos en España, donde los españoles se desplazan a los cementerios para visitar las lápidas de sus familiares fallecidos, para establecer así una comparativa con el Ejecutivo, al que atribuye un afán inusitado por quebrar el descanso eterno de los difuntos. “Estos días en los que tantos españoles acuden a los cementerios para recordar y honrar a sus difuntos… los aprovechan Sánchez y sus secuaces para profanar sepulturas y perturbar el descanso de los muertos”, ha indicado la máxima autoridad del partido ultraderechista.

La exhumación

Los familiares de los citados golpistas accedieron al interior de la basílica en la noche del pasado miércoles para asistir a la exhumación de ambos cuerpos. En los aledaños del templo, los golpes y el repiqueteos llegaban a los oídos de curiosos y manifestantes memorialistas que asistieron, desde fuera, al histórico hito.

Pasadas las 23:30 de la noche -aun del miércoles- un primer coche salía de las entrañas de la basílica entre un maremágnum de flashes, salpimentados con algunos micrófonos de los periodistas y reporteros gráficos que cubrieron la exhumación. Entre ellos, destacaba algún hermano de la Macarena, que optaron por desplazarse hasta el templo a título particular.

No fue hasta la 01:20 horas del jueves cuando una furgoneta blanca inmaculada, de la flota de una empresa de servicios funerarios, opacó el sonido de los trabajos de exhumación, que se prolongaron hasta pasadas las 02:00 horas de la madrugada. En ese momento, los familiares de los golpistas abandonaban el templo mientras los miembros de la hermandad lo hacían en un coche de gama alta.

Cuando el vehículo fúnebre abandonó la basílica, el grupo de familiares rompía en aplausos mientras la activista memorialista Paqui Maqueda, lanza proclamas en recuerdo a las víctimas de la dictadura: “Honor y gloria a las víctimas del franquismo. Se acaba la impunidad y se salda una deuda histórica”.