España se ha convertido en socio estratégico para Arabia Saudí en materia armamentística, a pesar de la polémica por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi. A diferencia de otros países, como Alemania, que decidió suspender la venta de armas al país, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha anunciado el lanzamiento de la empresa conjunta con el nombre de SAMI Navantia Naval Industries, para la fabricación de cinco fragatas para la marina del país asiático.

El acuerdo fue firmado en abril

El acuerdo fue cerrado en abril pasado, antes del asesinato del periodista Jamal Khashoggi, crítico con el régimen saudí. La creación de SAMI Navantia Naval Industries viene de antes, de mediados de 2017, y está financiada por los fondos soberanos saudíes. Su consejo de administración está integrado por personalidades del sector de Defensa en todo el mundo, como Michael Cosentino, presidente de la división de Defensa de Airbus; de Giuseppe Giordo, exconsejero delegado de Alenia y actual presidente y consejero delegado de Aero Vodochody Aerospace; o Andreas Schwer, expresidente de la alemana Rheinmetall International.

Una alianza a largo plazo

SAMI se dedicará a la fabricación de sistemas de combate marinos y se ocupará desde la gestión de proyectos hasta la ingeniería y diseño y desarrollo de los sistemas.

Arabia Saudí firmó su primera alianza para su programa de defensa con el fabricante aeronáutico norteamericano Boeing, y ahora ha llegado el turno de Navantia, la empresa pública española.

Vicente Fernández Guerrero, presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que controla al 100% el capital de Navantia, informó, durante una comparecencia en la Comisión de Industria, que "la alianza va más allá de las cinco corbetas".

España se ha convertido en un socio estratégico para Arabia Saudí para las próximas dos décadas. Sólo el plan de las corbetas que fabricará Navantia para Arabia Saudí nos llevará hasta el 2021, cuando se entregará el primer buque y el último de ellos se terminará en 2023. Navantia dará mantenimiento por un período de cinco años, un plazo que puede prorrogarse.

La rectificación del Gobierno

En septiembre pasado, el Gobierno de Sánchez amagó con parar la venta a Arabia Saudí de centenares de bombas de precisión láser ante el temor de que fueran utilizadas para bombardear Yemen. Una decisión que fue rectificada enseguida, tras el nerviosismo creado en la industria armamentística y, en particular, en Navantia.