España va a aumentar el apoyo militar a Ucrania este año 2024. Así se lo ha comunicado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al dirigente ucraniano Volódimir Zelenski en una conversación telefónica este domingo 24 de marzo. Una llamada que ha servido para "repasar la situación sobre el terreno" de la invasión por parte de Rusia, los agradecimientos y las condenas a los ataques, así como para reivindicar la paz. Pero al mismo tiempo, nuestro país se preparan para el incremento en el gasto armamentístico "para seguir contribuyendo a la defensa" de esta nación frente a las embestidas de Vladimir Putin. ¿Los beneficiados? Las empresas militares españolas, que se preparan para aprovechar al máximo esta oportunidad en una suerte de Operación Armamento que ha iniciado todos los protocolos.

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España aumenta el apoyo militar a Ucrania

Fuentes de Moncloa han confirmado en las últimas horas que el jefe del Ejecutivo ha mantenido este domingo una conversación telefónica con su homólogo ucraniano, Volódimir Zelenski, que "ha agradecido el apoyo español a Ucrania, tanto en el ámbito bilateral como en el marco de la Unión Europea". Según estas voces, los dos dirigentes han aprovechado para "repasar la situación sobre el terreno derivada de la agresión rusa contra Ucrania" así como que Sánchez "ha condenado" los ataques del Gobierno de Vladimir Putin contra la población civil. Cabe recordar, y así lo hacen desde el Gobierno, que "Ambos países negocian actualmente un acuerdo político de seguridad a largo plazo, en el marco de la Declaración de apoyo a Ucrania emitida por los países del G7 en Vilna en julio de 2023 y apoyada por España".

Pero lo más importante ha venido después, cuando Moncloa ha confirmado que Sánchez ha trasladado a Zelenski su intención de aumentar el apoyo militar a su país a lo largo de este año "con nuevas capacidades" y bajo el objetivo de "seguir contribuyendo a la defensa de Ucrania ante la agresión rusa". "España está comprometida y trabaja con la comunidad internacional en favor de una una paz justa y duradera, que respete los principios fundamentales de la Carta de Naciones Unidas, incluyendo los de soberanía, independencia e integridad territorial, así como la celebración de una Cumbre de Paz, que deberá contar con amplio apoyo internacional", señalan las fuentes oficiales. Y es que Ucrania también estaría planteando convocar una Cumbre de Paz en los próximos meses, basada en la Fórmula de Paz ucraniana.

Las empresas se preparan para la 'Operación Armamento'

Este anuncio ha encendido las alarmas de las empresas militares de nuestro país, que se encuentran en un momento de oro para sus negocios gracias a las guerras de Ucrania y Gaza. Pero a nivel europeo la tendencia es la misma: aumentar el gasto armamentístico bajo el argumento de mejorar la defensa ante posibles ataques, especialmente mirando a Rusia. Así lo ha demostrado Josep Borrell, el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, que ha defendido que Europa no solo tiene que gastar más, sino mejor y de forma conjunta. Un mensaje que, unido a las estrategias que están siguiendo los países de nuestro al rededor y el Gobierno actual de Pedro Sánchez, da alas a las compañías españolas, como Airbus, Indra y Navantia.

Así, la industria armamentística nacional se ha lanzado a la búsqueda de grandes acuerdos comerciales en el extranjero para vender su armamento, ya sea coches blindados, cazas, fragatas, submarinos, radares o sistemas de defensa, alegando una utilidad para preservar la soberanía estratégica de los países. En ello está Navantia, que pretende que India compre su nuevo submarino S-80. En la misma línea está Airbus, que ya vendió al Gobierno indio más de 70 aviones de transportes C295. Cabe destacar que la pasada semana una delegación empresarial española se trasladó hasta este país asiático coincidiendo con la visita oficial de la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce.

En la misma batalla se encuentra Indra, que busca su internacionalización, con la mirada puesta en Estados Unidos. De hecho, la empresa ya cerró el pasado mes de enero un acuerdo estratégico con la principal empresa militar del mundo, Lock­heed Martin, con quien tuvo un proyecto de radares para las fragatas F-110 de la Armada. Sin embargo, esto no salió adelante. Junto a estas dos empresas se encuentra también Santa Bárbara, filial de la estadounidense General Dynamics. Según KPMG, de los 12.135 millones de euros de ingresos de las empresas dedicadas a la defensa, la aeronáutica, la seguridad y el espacio en el 2022, la mitad vino del exterior, lo que supone que más de la mitad de la facturación de las empresas militares de capital español tiene su origen en mercados internacionales.

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Para este salto ha sido y es fundamental el apoyo del Gobierno español, que actualmente va en esta línea. Por ejemplo, hace menos de un año el Consejo de Ministros autorizó un gasto de 820 millones para adquirir ocho helicópteros MH-60R, los conocidos como Romeo, del fabricante Lockheed Martin. Esto se está viendo en la bolsa no solo en términos nacionales. Y es que Indra cotiza en máximos desde el año 2008 así como la italiana Leonardo, que se sitúa en sus cotas más altas desde el 2000, mientras otras firmas -como General Dynamics, Airbus, la francesa Thales o la británica BAE Systems- están teniendo también registros históricos, lo que demuestra que el negocio está boyante.

19.000 millones en defensa

La apuesta del Ejecutivo en materia de defensa es claro. Moncloa ya marcó en el plan presupuestario de octubre su intención de gastar el 1,3% del PIB en defensa durante este año, lo que supone en total unos 19.000 millones de euros -lo que se traduce en 52 millones al día y 400 euros por habitante-. Así, la militar es la única partida que va a crecer este 2024, por encima de sanidad o educación. Sánchez confirmó en la cumbre de la OTAN que se celebró en Madrid el compromiso de incrementar la inversión hasta alcanzar el 2% del PIB en el 2029, lo que supone un aumento significativo dado que en el 2018 apenas se gastaba el 0,93%. Todo en medio de las críticas de la oposición, especialmente de Podemos. Según la OTAN, los países invertirán un total de 380.000 millones de dólares en defensa, superando por primera vez el 2% del PIB.

 

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