Íñigo Errejón, ha celebrado sendos impuestos a las entidades bancarias y a las energéticas que anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su intervención de este martes en el Congreso de los Diputados. El líder de Más País se ha congratulado por que, después de varios meses advirtiéndolo, el líder del Ejecutivo al fin toma cartas en el asunto; al tiempo que le ha urgido a llevar el volantazo a la izquierda hasta “el final” porque “el pueblo español no aguanta una decepción más”.

“En marzo le dijimos que la legislatura ya había cambiado y había entrado en un momento de bifurcación. Que debía abandonar el triunfalismo y que todo dependía de una pregunta que tenía que responder: quién iba a pagar la crisis”, ha afirmado Errejón. Y ha añadido que “insistimos en que era necesario un golpe de timón” y “elegir a quién se protege” porque de lo contrario “los beneficios se concentran por arriba y los sacrificios por abajo”.

Cuatro meses después de la primera advertencia, “ayer le escuché ese golpe de timón y me alegro”. Eso sí, “quiero creer que va hasta el final” ya que “tiene que llegar a la vida cotidiana”. “El pueblo español no aguanta un anuncio fallido más o una decepción más”, ha alertado.

La inflación es el principal reto

Errejón comparte el diagnóstico esbozado por el presidente del Gobierno que coloca la inflación como el problema fundamental y el reto más acuciante que afronta el país. “La vida es cada vez más difícil porque los salarios valen menos”, ha lamentado. En este sentido, ha explicado que “hay una contienda política entre actores” para trasladar los costes a otros, siendo las clases populares las que más acaban acusando el alza de los precios. Para atajarlo, “la clave es la recuperación del Estado” con medidas como los impuestos a las energéticas y a los bancos.

En este punto, el líder de Más País se ha dirigido directamente a la bancada de la derecha para afearla que “cuando anunció el impuesto, de pronto, el campo se clarificó. Ni polarización, ni izquierdas, ni derechas… Las bancadas de la derecha, como si su sueldo se lo pagaran las eléctricas y no los ciudadanos, dijeron que no tenía ningún sentido”.

"Ganar la guerra al pesimismo"

A juicio de Errejón, más vale que estas propuestas repercutan en una mejora de la calidad de vida de la clase media y trabajadora, porque es uno de los últimos cartuchos que le quedan a las fuerzas progresistas, pues la desconexión de la calle con la clase política solo beneficia a la ola reaccionaria. Así, “hay que ganarle la guerra al pesimismo abriendo un ciclo virtuoso en que cada conquista" demuestra que no llegan los augurios de los agoreros, sino que se puede ir a por más”; como ocurrido con la intervención de la política de precios de los tests de antígenos. Se dijo que iba a haber desabastecimiento”, ha recordado, pero la baja de 15 a tres euros se concretó sin problema alguno.