El bloque de la moción de censura se resquebraja y la corpulencia parlamentaria que sostiene al Gobierno de Pedro Sánchez se tambalea. El diputado y portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Gabriel Rufián, ya advirtió al presidente que, en caso de rehusar dialogar con su grupo, la legislatura quedaría abocada al fracaso. Este miércoles, durante la sesión plenaria en la que se debate una nueva prórroga del estado de alarma, Rufián ya ha dictado sentencia: "Hoy estamos aquí llevándonos por delante el espíritu de la investidura. Un espíritu que era palanca para el progresismo y dique de contención para el fascismo”.

El detonante ha sido el nuevo acuerdo suscrito entre Sánchez e Inés Arrimadas, presidenta de Ciudadanos, para ampliar otra quincena el estado de alarma. Nada más trascender las primeras informaciones en este sentido, el pasado martes, Esquerra emitió un comunicado en el que lamentó que “el Gobierno de PSOE y Podemos ha elegido socio”, y este no era ni más ni menos que Ciudadanos.

Los republicanos catalanes hicieron públicas sus cinco exigencias y obtuvieron la negativa del Ejecutivo central por respuesta. 

Los puentes tendidos con motivo de la moción de censura que despachó a Mariano Rajoy de la Moncloa han volado por los aires. La relación de ERC con el Gobierno hace aguas. Sánchez necesitaba del grupo republicano, pero si cuenta con los 10 votos naranjas, los 13 de los independentistas no son indispensables.

Rufián ha denunciado que Ciudadanos es la misma derecha que el Partido Popular y le ha adelantado que habría problemas para aprobar Presupuestos, y de su discurso se emana un máximo: o Ciudadanos o ERC.

La fisura es notable, pero no insalvable. Fuentes internas de ERC consultadas por ElPlural.com lamentan que Sánchez ha vuelto “al sueño de mirar hacia la derecha”. A su juicio, los socialistas siempre que pueden tienden a pactar con las derechas. Y ante esto, los independentistas han depositado sus esperanzas en Unidas Podemos: “O se imponen [los ministros de Podemos], cosa que es poco probable, o volverá a girar a la derecha”, aseguran las mismas fuentes.

La relación de PSOE con ERC es una auténtica montaña rusa que se había estabilizado tras el 10N y con la entrada de los morados en el Consejo de Ministros. A los vínculos profesionales le suceden ya amistades: la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, es amiga del portavoz de Esquerra en la comisión de Trabajo, Jordi Salvador, por su pasado sindicalista; Adriana Lastra ha forjado una estrecha relación con Rufián…

Esquerra consideraba que Unidas Podemos haría de dique de contención, pues como siempre han defendido públicamente, “el PSOE no hace, al PSOE se le obliga”. En este caso concreto, y tras el acuerdo con Ciudadanos, Esquerra presionará a los morados para que se planten ante Sánchez y evite pactar con Arrimadas, retornando así al bloque de la moción de censura. Eso sí, admite que "la relación se está enfriando".