La reforma laboral fue la primera gran crisis de los socios del Gobierno de coalición. Una fractura que afloró por la negativa del Ejecutivo a negociar con sus aliados parlamentarios. La propuesta rubricada por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, con los sindicatos y la patronal eran lentejas, máxime cuando estos últimos amenazaban con retirarse del acuerdo si se cambiaba una coma. Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y EH Bildu se opusieron a su aprobación esgrimiendo que era descafeinada y que las conversaciones fueron inexistentes ya que Moncloa no estaba por la labor de modificar lo más mínimo el articulado. El independentismo catalán y vasco lamentaron que muchos aspectos se quedaron fuera y, ahora, han rescatado varias iniciativas para profundizar en la reforma laboral con una Proposición de Ley que ha vuelto a tensar la cuerda.

El pasado viernes ERC, EH Bildu y el BNG registraron una Proposición de Ley en el Congreso de los Diputados que incluye una docena de modificaciones a artículos de la actual carcasa legislativa del mercado laboral: un aumento de las indemnizaciones, la modificación de las causas de despido, la recuperación de los salarios de tramitación, la reinstauración de la autorización administrativa en caso de despido colectivo, nuevas medidas para combatir la precariedad, la parcialidad y la inestabilidad, modificaciones en el ámbito de la subcontratación para una equiparación real de derechos y el fortalecimiento de la negociación colectiva.

Según ha podido saber ElPlural.com, Esquerra no alberga esperanza alguna de que prospere. Fuentes consultadas por este periódico admiten que el grupo parlamentario de Unidas Podemos está deteriorado con motivo de la pugna interna por las reticencias que genera Yolanda Díaz; a lo que habría que sumar que la propia ministra y vicepresidenta segunda “nos dijo que esta legislatura no se tocaba más el Estatuto de los Trabajadores”.

Las mismas fuentes confiesan que las heridas de la reforma laboral aún no han sanado. Admiten que ha tenido un impacto positivo, pero de igual forma, insisten en que la aritmética parlamentaria permite profundizar en derechos laborales y blindarlos. Y ese es el objetivo de esta nueva propuesta. “Apreciamos como necesaria y urgente la recuperación y ampliación de derechos sociales y laborales ausentes en la legislación vigente”, reza un comunicado emitido por ERC, Bildu y el BNG, haciendo especial hincapié en “la protección frente a los despidos” y el “combate contra la precariedad”.

No se ha derogado la mayor parte de los aspectos introducidos por las reformas laborales de 2010 y 2012”, reiteran, por lo que esperan que esta nueva propuesta que complementaria a la reforma laboral de Díaz constituya “un punto de partida de un proceso amplio de debate, negociación y acuerdo entre los distintos agentes sociales, sindicales y políticos”.

Así las cosas, han expresado su absoluta voluntad de “colaborar” con “todos los actores que compartan la aspiración de garantizar mejores derechos a los y las trabajadora”.