A pesar de no haber ganado las elecciones francesas, Marine Le Pen se ha mostrado satisfecha. Según las primeras estimaciones, el candidato de La República en Marcha (LREM) Emmanuel Macron ha obtenido entre el 57,6% y 58,2% de votos. Se trata de una victoria más estrecha que en 2017, cuando derrotó a su rival de la Agrupación Nacional (RN) con un 66,1% de votos contra 33,9%.

Le Pen ha comparecido nada más conocerse las primeras proyecciones: “El resultado de esta noche representa en sí mismo una victoria rotunda”, mencionó la candidata ultraderechista, asegurando no tener “ningún resentimiento ni rencor”. Es el mejor resultado para su partido hasta la fecha en una segunda vuelta. La candidata ha expresado su “profundo agradecimiento a todos los que confiaron en nosotros en la primera vuelta y a todos los que nos acompañaron en la segunda”.

La distancia entre los candidatos es muy inferior a la de hace cinco años, cuando fue de más de 30 puntos (66,1% frente a 33,9%). Ambos competían por la presidencia de la república francesa para los próximos cinco años en unas elecciones marcadas por la alta abstención, que llegaría al 28%, según Ipsos. Es el porcentaje más alto desde 1969 y supera en 1’6 millones a los que optaron por esta vía en 2017.

De hecho, han sido más los franceses que han optado por la abstención que los votantes por Le Pen. A pesar de esto, queda claro que la tendencia ultraderechista está en alza en Francia, ya que Le Pen ha ganado 2’7 millones de votantes frente a los 2’1 millones que ha perdido Macron.

Mélenchon da su punto de vista

Por su parte, Jean-Luc Mélenchon, candidato izquierdista que fue el tercer elegido en la primera vuelta, ha indicado que es una "buena noticia" la derrota de Marine Le Pen, pero a su vez aclara que Emmanuel Macron es "el peor elegido de los presidentes de la V República". Además, ha añadido que empieza "la tercera vuelta", en referencia a las legislativas. El de “La France Insoumise”ha sido uno de los pocos que no pidió directamente el voto a Macron, aunque sí solicitó a sus simpatizantes que no dieran “ni un voto a Le Pen”. A este respecto, ha asegurado que ha habido un "océano de abstención" y ha recordado que en la primera vuelta quedó claro que los dos candidatos apenas representaban una tercera parte del electorado