"Todo el mundo tiene derecho a amar a quien quiera y a formar la familia que quiera. La libertad y la igualdad deben estar garantizadas en toda sociedad moderna. No al odio, sí al respeto y la tolerancia. Vive y deja vivir". "Llamar matrimonio a una unión homosexual genera tensiones innecesarias y evitables". Por extraño que pueda parecer, el autor de estas dos declaraciones es el mismo: Albert Rivera.

Pese a que ambas afirmaciones están separadas por más de 13 años de diferencia, estas palabras le siguen persiguiendo hoy en día al líder de Ciudadanos cada vez que intenta posicionarse a favor del colectivo LGTBI. Un alegato que pronunció en el programa de Intereconomía 'El Gato al Agua', en el año 2006, cuando Rivera era un desconocido para la gran mayoría, y su formación se encontraba navegando por el desierto de la política. 

Sin embargo, a Rivera no solo le ahuyentan los fantasmas del pasado. El hecho de que su partido haya pactado con Vox, una organización homófoba, en numerosas regiones de España tampoco ayuda a que su imagen sea bien vista por parte de las distintos asociaciones que componen el colectivo LGTBI. 

Rectificar es de sabios

Sin embargo, existe un importante núcleo de personas que señalan que el caso de Rivera es uno de los más ejemplarizantes de por qué es importante el Orgullo y la lucha LGTBI. La evolución del discurso del líder de los naranjas sirve para poner de manifiesto la metamorfosis de personas que al principio eran bastante reticentes con este colectivo (llegando incluso a ser homófobas) y sus proclamas, pero con el paso de los años han ido adoptando posturas mucho más racionales y lógicas.