El Tribunal Supremo ha reprochado falta de compromiso a la Juticia belga, que hoy se ha negado a entregar a los exconsejeros huidos Toni Comín, Meritxell Serret y Lluís Puig al considerar que la euroorden dictada por el juez Pablo Llarena tiene un error de forma.

Fuentes de la Sala Penal han dicho que no se comparte la motivación por la que se deniega la entrega de los exconsejeros, lo que "podría interpretarse como una ausencia de compromiso con prestar la colaboración judicial pedida”.

Las mismas fuentes han recordado que el 21 de marzo de 2018 se dictó un auto de procesamiento en el que se argumentaban los hechos y las razones jurídicas sobre el procesamiento a Comín, Serret y Puig y la medida cautelar de prisión contra ellos.

“Solo el desconocimiento de nuestro ordenamiento jurídico, pese a la explicación dada como información suplementaria, permite obviar el auto de procesamiento en el que descansa la euroorden”, señala la Sala Penal.

El error de forma
En lo que respecta a la información suplementaria, la Sala se refiere al escrito de aclaración remitido la pasada semana por el juez Pablo Llarena en el que refería a la orden de ingreso en prisión de los tres exconsejeros. El magistrado escribió, el 17 de abril: "Le aclaro que la mención que recoge la página 69 del Auto de Procesamiento, refleja la decisión de este magistrado de no modificar la orden de prisión que había sido adoptada el 3 de noviembre de 2017 por la Juez instructora de la Audiencia Nacional, respecto de Lluís Puig Gordi, Antoni Comín Oliveres y María Mertixell Serret Aleu".

La Justicia belga ha considerado que la orden de detención que dictó la anterior instructura, la magistrada Carmen Lamela, hace meses no es válida y ha archivado el procedimiento de entrega por un defecto de forma. Según los jueces belgas, Llarena debió haber emitido una nueva orden de arresto ya que, según la jurisprudencia comunitaria, cada orden de detención europea tiene que estar respaldada por una orden de detención nacional válida.