La magistrada Rosa María Freire, del juzgado número 32 de Madrid, ya ha señalado la apertura de juicio oral por la destrucción de los discos duros y el borrado de los ordenadores de Luis Bárcenas. De esta manera, confirma que el Partido Popular se tendrá que sentar en el banquillo en condición de acusado, algo que no había ocurrido nunca con ninguna otra formación, acusado de los delitos de encubrimiento y daños informáticos.

La jueza también sienta a Carmen Navarro, tesorera actual del Partido Popular, y al abogado de la formación, Alberto Durán, junto al informático contratado por Génova.

La magistrada admite que hay serios indicios de que el PP borró y rayó hasta en 35 ocasiones los discos duros de Luis Bárcenas para conseguir el borrado total de los datos, con el fin de ocultar pruebas de cara a la investigación de la financiación con dinero negro por parte del PP, tal y como estudia la Audiencia Nacional.

El Partido Popular había intentando que se cerrase el caso amparándose en el doctrina Botín. Por una parte, gracias a que la Fiscalía no quería seguir con la causa; por otra, porque el supuesto afectado, Luis Bárcenas, había retirado la denuncia en la línea de su perfil bajo contra su anterior formación. Una postura muy alejada de la que mantenía al principio de un proceso que arrancó gracias a su denuncia.

La causa sigue adelante gracias a las acusaciones populares, que han pedido que no se archive el caso puesto que la doctrina Botín no puede aplicarse dado que se habría cometido un delito de encubrimiento que provocó un “daño irreparable” a la investigación sobre la caja B del PP y al interés general.