La semana pasada el arzobispado de Valladolid Ricardo Blázquez lamentó públicamente que no se le hubiera dejado opinar sobre la pregonera de la Semana Santa de la ciudad, que no era otra la vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría, con el telón de fondo del debate sobre su posible falta de ideneidad para abanderar un acto católico por estar casada por lo civil.

El obispo de Canarias se suma a Blázquez
Blázquez emitió un comunicado matizando sus palabras y apelanado a que se trataba de un 'off the record' no respetado por el periodista de EFE, pero el mensaje ya estaba echado. Además no fue el único en lanzarlo, ya que apenas unas horas después el cardenal de Canarias, Francisco Cases, insistía en el mismo discurso en una entrevista en el diario La Provincia en el que fue preguntado por las críticas del arzobispo de Valladolid a la elección de Sáenz de Santamaría. "En este caso, tiene que haber unas exigencias mínimas", advirtió el monseñor.

Como si Le Pen va al congreso del PSOE...
No se detuvo ahí Cases, que siguió cuestionando la designación de Sáenz de Santamaría para el pregón: "A la ponencia del Congreso socialista no se puede llamar a la señora Le Pen. No quiero hacer comparaciones. Sólo en el hecho de la contradicción que hay entre el contenido ideológico de una persona y de lo que se va a hacer en un determinado sitio. Lo que se va a hacer no es un acto simplemente social, es un anuncio de un hecho religioso".

El PP sigue mimando a la Iglesia
Como nota curiosa, el propio Cases competirá con Sáenz de Santamaría en esa labor de pregonero de la Semana Santa, ya que él ha sido designado para hacer lo mismo en el municipio de La Laguna (Santa Cruz de Tenerife). Mientras con estas mini-críticas la Iglesia publicita su Semana Santa, el PP sigue privilegiando económicamente a los obispos a pesar de la oledada de recortes, como informa ELPLURAL.COM.