O, dicho de otro modo, aseguran los conservadores que tanto el entonces ministro del Interior, Rubalcaba, como su segundo, Antonio Camacho –ahora ministro tras la dimisión protocolaria del candidato Rubalcaba-, intentaron colaborar con ETA a través de los mandos policiales, que debieron de plegarse a las exigencias de sus superiores. Pues bien,  el Sindicato Unificado de la Policía, SUP, el mayoritario en el ámbito policial, afirma que tales mandos tienen una “dilatada hoja de servicios en la lucha antiterrorista por lo que rechaza que se les haya imputado por el soplo a ETA”

Escándalo farisaico
Todo esto no es más que una barbaridad, una canallada o una rufianería propia de truhanes. El chivatazo del escándalo farisaico de la derechona y los medios afines a Génova 13 no fue una prueba de la presunta colaboración de Rubalcaba y sus policías con  los terroristas.  Fue exactamente lo contrario. El chivatazo no fue un regalo del Ministerio del Interior a ETA, sino un instrumento más en la lucha antiterrorista. ¿Pudieron, sin embargo, equivocarse o cometer un error? No se sabe, pero una cosa son los errores y otras los delitos.



Tajada electoral
El PP, con Mariano Rajoy a la cabeza, quiere sacar tajada electoral a cuenta también del combate contra los terroristas. Eso es lo que quieren. Presentan ante la opinión pública a Rubalcaba y a Camacho –y a los jefes policiales- cual si fueran amigos y hasta protectores de los integrantes de la banda terrorista. ¿Puede alguien en sus cabales pensar en serio que el mejor y más eficaz ministro del Interior que ha habido en España desde los inicios de ETA hasta la actualidad es una especie de agente secreto de los encapuchados?

Operaciones tenebrosas
Esta suerte de operaciones tenebrosas, impulsadas a tope por la derechona, demuestran la escasa ética de los dirigentes más relevantes del PP. Soraya Sáenz de Santamaría dijo ayer falsedades, mezcladas con algunos  desvaríos, con el fin de lanzar paletadas de mierda a los socialistas. Durante años –y siguen- pusieron en órbita, gracias a Pedro J. Ramírez sobre todo, la teoría de la conspiración en torno a la autoría de la masacre del 11-M de 2004. Se trataba de demostrar que precisamente ETA fue la responsable y no los terroristas islamistas. Y se trataba, naturalmente, de beneficiar al PP a muy pocos días de las elecciones generales.

Un oportunista
Rajoy se mantendrá mudo y dejará hacer a su guardia de corps. ¿Nos puede dar votos el procesamiento de los altos jefes policiales dependientes de Camacho y Rubalcaba? ¿Sí? Pues, adelante. Este tipo, Rajoy, es un oportunista. Desplumará al faisán  y lo convertirá en un ave de rapiña. Cuantos más votos, mejor. Los aporte un ave de rapiña o el faisán resucitado.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM