El director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán ha sentenciado este jueves que el servicio de inteligencia patrio siempre actúa dentro de la más estricta legalidad y ha certificado que una Ley Orgánica regula su funcionamiento y le permite “entrar en la vida de personas si la defensa nacional lo justifica”, siempre y cuando estén autorizados por un “magistrado del Tribunal Supremo”.
Durante un coloquio posterior a la clausura de las XVI Jornadas de Periodismo ¿Quién paga la mentira?, ¿es de pago la verdad?, ha indicado que no le gustaba entrar en el asunto de Villarejo. “Cualquier cosa que diga el CNI relacionada con esto puede tener una importancia que no pretendo darle”, señala un Sanz Roldán que insiste en que el organismo que dirige no tiene los audios del excomisario ni tuvo relación alguna con él.
El 1-O
El responsable del CNI sí se ha referido a Cataluña y al trabajo realizado por los servicios de inteligencia el 1 de octubre de hace un año y ha desvelado que preguntó a algún miembro del Gobierno si la información proporcionada había sido útil, "y la respuesta fue que sí".
No obstante, ha comentado que el día 2 vio "muchas caras largas" y se ha mostrado convencido de que hay cosas que se podían "haber hecho mejor"."Ese día hablamos, y el mensaje fue el mismo: a lo mejor en el combate de hoy no hemos sido todo lo que eficaces que debemos, pero tenemos que tener la vista en terminar y en terminar bien, y eso estamos haciendo", ha añadido.
En la clausura de las jornadas, organizadas por la Asociación de Periodistas Europeos, Sanz Roldán ha explicado que los servicios de inteligencia siempre esperan que a quienes proporcionamos los informes "cierren el círculo y nos digan si lo que les hemos dado les ha servido para algo". También ha reconocido que en otros asuntos, como el yihadismo o la lucha contra ETA, "algunas veces perdemos".
"Los servicios de inteligencia tienen que ser organizaciones que piensen en ganar la batalla, no en ganar todos los combates", ha explicado. Y deben estar "preparados mentalmente para, si pierden el combate, recuperarse" y resolver unas necesidades de información del Estado. En una breve intervención, Sanz Roldán ha asegurado que el CNI de España es "el único del mundo que tiene un código ético, un código asimilado y practicado por todos y cada uno de sus miembros".
