El XVI Congreso del PP, celebrado en Valencia en junio de 2008, estuvo marcado desde sus inicios por los enfrentamientos entre “aznaristas” y “marianistas”, con la gran sorpresa para todos de la elección de María Dolores de Cospedal como secretaria general del partido en sustitución del ínclito Ángel Acebes y la ratificación de Mariano Rajoy como presidente de los conservadores frente a las conjuras “judeo-masónicas” de Esperanza Aguirre y José María Aznar. La derrota de los instigadores y la llegada a los altares de la derecha fallera de Francisco Camps, valedor definitivo de Rajoy, era motivo más que suficiente para organizar una celebración. Y qué mejor que Álvaro Pérez, El Bigotes, para llevar a cabo la “fiestuqui”.

Copas, tapas y fiesta hasta el final

Dicen los testigos, en delcaraciones a ELPLURAL.COM, que la reina de aquella “fiestuqui”, celebrada en el recinto de la Feria de Valencia y organizada por El Bigotes, fue, sin lugar a dudas, María Dolores de Cospedal, que 30 años después recuperaba su “corona” cuando fue reina de las Fiestas de Albacete en su juventud.

El caso es que el hoy presidiario Álvaro Pérez, “tenor” junto a su jefe Correa y su socio Crespo, no ahorró en detalles para agasajar a la nueva secretaria general del PP y al presidente de los “populares”, Mariano Rajoy. Hasta 120.000 euros gastaron los corruptos de la bada de la Gürtel para llevar a cabo este evento que, como ha reconocido estos días el capo Correa y “El Bigotes” lo pagaron supuestamente las empresas que financiaron al PP valenciano a cambio de obra pública. Blanco y en botella.

La sombra de la Gürtel

De nada sirve decir, como aseguran los “marianistas”, que Mariano Rajoy expulsó, echó y despojó a la banda de la Gürtel del negocio de Madrid. Puede ser. Pero no es menos cierto que Rajoy y su secretaria general se consagraron en Valencia, donde Don Vito Correa y su lugarteniente El Bigotes organizaron el evento donde ambos subieron a los altares genoveses.

¿Por qué, entonces, Cospedal y Rajoy no se opusieron a que Orange Market organizara el XVI Congreso Nacional del PP? No es de extrañar, entonces, que ahora le pidan explicaciones desde distintos frentes conservadores, ya que es difícil justificar una “fiestuqui” de 120.000 euros, pagadados supuestamente por empresas financiadoras del PP, si como dicen renegaban de Correa y compañía.

El aspoyo definitivo de Camps

No podemos olvidar que María Dolores de Cospedal fue secretaria general del PP porque Francisco Camps dio su visto bueno. De otra forma hubiera sido imposible que la hoy ministra de Defensa ocupara el segundo puesto más importante del partido. Tanto es así, que Mariano Rajoy agradeció a Camps todo su apoyo, anunciádole que estaría “siempe detrás de ti, o delante o al lado...me da igual”, dijo en un mitin valenciano.

Sin embargo, el hoy “amiguito del alma”, que dirá El Bigotes, es un nuevo apestado del partido y ni siquiera recibe el sms tranquilizador de “sé fuerte Paco”.

El sospechoso silencio de Cospedal

Por eso llama la atención el silencio sospechoso que mantuvo María Dolores de Cospedal con la banda corrupta Gürtel en Valencia, donde El Bigotes campaba a sus anchas, como lo prueba que después de la “fiestuqui” de Dolores en la Feria de Valencia, organizó en octubre de 2008 el congreso regional del PP para vanagloria de Camps, previo pago (de las empresas), eso sí, de 800.000 euros por organizar el paripé genovés fallero que duró, como no podía ser de otra forma, dos días de marcha. Y es que los valencianos “populares” saben mucho de juerga y fiesta hasta que el cuerpo aguante y la chequera de los empresarios financiadores tengan fondos claro.

Cospedal no quiso pagar 625.000 euros

Vamos a ser realistas, El Bigotes y Don Vito Correa pueden ser corruuptos y corrompidos, pero de tontos tienen lo justo, por eso rechazaron a firmar el alquiler del recinto de la Feria de Valencia, donde se celebró el XVI Congreso Nacional del PP en 2008 con la elección de María Dolores de Cospedal como secretaria general del PP, negándose durante nueve años a pagar los gastos del alquiler, porque pretendía colocar “el muerto” al PP valenciano,  hasta que en septiembre de 2017 un juzgado la obligó a pagar 568.000 euros más intereses y costas, en total, 625.000 euros. Y es que la “fiestuqui” de Dolores y Mariano costó un riñón y parte del otro.