Si unas horas antes, el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, advertía del riesgo que para la formación representan las corrientes internas, hablando incluso de "vergüenza", la campaña puesta en marcha en las redes sociales contra Íñigo Errejón y, por ende, contra sus seguidores, se observa como quien echa más leña al fuego por parte de los seguidores de Pablo Iglesias, entre los que se encuentra el propio Echenique. 

Hace unos meses él mismo negaba la mayor a la hora de hablar de crisis interna en el partido morado. Sin embargo, el día de Navidad por la tarde, de nuevo a través de las redes, hacía público un comunicado en su perfil de Facebook en el que dejaba clara su posición en todo este asunto y arremetía, de nuevo, contra Errejón y quienes lle respaldan. 

Entre otras cosas, en dicha carta, que comenzaba Echenique señalando que "quiero explicar por qué me sentí obligado a participar" en la campaña en Twitter contra su compañero de partido bajo el hashtag #ÍñigoAsíNo indica, tras reconocer que "me siento muy cerca de muchos de los planteamientos estratégicos de Íñigo Errejón desde el principio de esta aventura", que quienes hablan de “ataque o incluso de burradas como 'humillación' sencillamente no nos conocen y, por eso, no entienden nada".

A continuación, recalca en calidad de secretario de Organización que el sector que defiende los postulado de su compañero en la dirección de Podemos, no acepta el resultado de la "decisión escrupulosamente reglamentaria y absolutamente democrática" de lo salido en la consulta sobre cómo debe desarrollarse Vistalegre II. A su juicio, la respuesta con el mencionado hashtag no es más que una contestación a la salida "en tromba" a las redes y medios de comunicación por parte del "sector o familia afectado" para criticar esa "decisión" e, incluso según sus palabras, "deslegitimar el órgano o el proceso" para concluir este punto con un "nunca llueve a gusto de todos". 

"Purga, fraude y otras lindezas"

Curiosa la aseveración que realiza ha continuación al decir que "a día siguiente tenemos portadas de 'división en Podemos' o acusaciones de 'purga' o 'fraude' u otras lindezas".

La consecuencia de todo esto es una "organización más dividida, más desgastada a ojos de la ciudadanía, todo el mundo enfadado, los órganos y los procesos deslegitimados, un Podemos más débil y el cambio en nuestro país más lejos". 

Sin embargo, como responsable de Organización, lejos de hacer autocrítica y de tratar de apagar el fuego encendido, asegura en Facebook que su obligación es "proteger el proyecto y, por eso, cuando una familia/corriente empieza a poner sus (legítimos) intereses por delante de la legitimidad de los procesos democráticos y de las decisiones de las direcciones elegidas por la gente, tengo la obligación de decirlo".

Disculpas a los ofendidos

Después de esto sí que ofrece sus disculpas "si he ofendido a algún compañero o compañera" porque, al fin y al cabo, y por eso ha hablado, según dice, con Errejón, "Podemos también es eso: cuidarnos entre nosotros".

A modo de conclusión, y a pesar de haber tomado parte en las redes a través del #ÍñigoAsíNo, señala que no le gusta y que hubiera preferido otro del estilo "compas, así no".