Amancio Ortega se ha convertido, contra todo pronóstico, en el centro de todas las miradas en campaña electoral. Después de que Isa Serra, candidata de Podemos a la comunidad de Madrid, afeara las donaciones públicas del empresario gallego a la sanidad española, concretamente a la lucha contra el cáncer, el resto de partidos no han dudado en posicionarse a favor o en contra del argumento esgrimido por la dirigente morada.

La sanidad española no puede basarse en la caridad o el humor con el que se levanten los millonarios. Si necesitamos más presupuesto para la sanidad pública, que desde luego que lo necesitamos, hay que hacer que personas como Amancio Ortega paguen impuestos. Cosa que no hace, ya que ha evadido unos 600 millones de euros”, dijo la candidata. La cúpula central de la formación, encarnada por Pablo Iglesias e Irene Montero, ha recogido el guante y ha incidido en la idea de que los servicios públicos deben ser autosuficientes, persiguiendo a aquellos que eluden sus responsabilidades fiscales y obligándolos a pagar.

Sin embargo, las voces críticas son mayoría. Empezando por Íñigo Errejón, candidato por Más Madrid y rival directo de Serra: “No es incompatible. Si alguien quiere donar algo que ayude a curar, me parece bien”.

Desde la derecha los ataques han sido más feroces. “Esto demuestra el bajo nivel y la escasa personalidad de sus dirigentes”, recalcó Rafael Hernando (PP), añadiendo que es la muestra perfecta del “sectarismo brutal” de los morados y del “insulto” a los que padecen cáncer.

Quién se ha creído Podemos que es para renunciar a máquinas que le salvan la vida a miles de personas”, se ha preguntado, visiblemente contrariado, Albert Rivera. Pero el líder naranja no se ha quedado ahí, ya que ha arremetido contra las fuentes de financiación de los de Iglesias: “Rechazan las ayudas contra el cáncer mientras reciben donaciones de Maduro. Ciudadanos no quiere financiación ilegal ni inmoral de regímenes totalitarios”.

Pero si algún partido se ha mostrado abiertamente más ligado a los intereses del dueño de Inditex ha sido Vox. Tanto que Carmelo González, candidato a la presidencia de Canarias en las próximas elecciones autonómicas, ha propuesto, con el beneplácito del núcleo fuerte de la formación, cambiar el nombre del hospital Universitario de Gran canaria Doctor Negrín por “Hospital Universitario Gran Canaria D. Amancio Ortega”.

Podemos insiste, atacando a Ortega

En cualquier caso, Unidas Podemos insiste en su exigencia de que no se acepten donaciones en la sanidad pública de Ortega. De hecho, desde la formación morada han redoblado este miércoles sus ataques a la multinacional textil.

Así, Irene Montero ha acusado al empresario de “evasión fiscal” apoyándose en “informes de organismos internacionales”. Por su parte, el secretario de Comunicación de Podemos, Juanma del Olmo, ha tirado de hemeroteca para acusar a Zara de promover “trabajo esclavo”. Y mientras tanto, sus seguidores han rescatado en las redes sociales algunas de las crisis más importantes que en su día castigaron el buen nombre de la empresa.

1. Donaciones

Uno de los argumentos más repetidos desde el entorno de Podemos es que Ortega e Inditex obtienen un beneficio fiscal de entre 108 y 123 millones de euros por las mencionadas donaciones, ya que la normativa tributaria permite desgravar en el IRPF y el Impuesto de Sociedades, respectivamente, el 35% de las aportaciones empresariales y el 40% de las societarias a las fundaciones que realizan donaciones de este tipo. En ambos casos, con un límite en el 10% de la cuota anual pero con la posibilidad de distribuir el exceso en los diez ejercicios siguientes.

2. Explotación laboral

“Señalas los abusos de un multimillonario como Amancio Ortega y te cae la del pulpo”, ha protestado Juanma del Olmo sacando de nuevo a la palestra la investigación que en el verano de 2011 Brasil abrió a Zara por trabajo esclavo. Hechos que finalmente desencadenaron en una indemnización de 1,3 millones de euros que la empresa española pagó tras firmar un acuerdo con la Fiscalía, que tachaba de “condiciones degradantes” la de los empleados de Zara en el país latinoamericano.

Dos años después de la crisis de Brasil, la denuncia de la ONG argentina La Alameda también llevó a la Fiscalía tres talleres clandestinos en los que inmigrantes sin papeles supuestamente cosían para varias marcas internacionales, entre ellas, Inditex.

Y tras Argentina se derrumbó Rana Plaza. La tragedia precedió a la movilización de las multinacionales afectadas, entre ellas, Inditex y H&M. Finalmente, la multinacional gallega aportó dos millones de dólares para paliar el desastre. 

3. Evasión fiscal

De “limosna” han llegado a tachar desde Podemos las donaciones de Ortega e Inditex a la sanidad pública.

A su entender, no pagan todo lo que deberían. Para ello se basan en un informe del grupo de Los Verdes / Alianza Libre Europea en el Parlamento Europeo, en el que se acusa al grupo empresarial de eludir el pago de 585 millones de euros en impuestos en varios países europeos (218 de ellos en España), mediante técnicas de elusión fiscal.

También recuerdan que en julio de 2013, el Tribunal Supremo condenó al empresario Amancio Ortega a pagar 33 millones de euros que le reclama Hacienda en materia de liquidaciones por el impago del Impuesto sobre el Patrimonio entre los años 2001 y 2003.

Por aquel entonces, Ortega habría colocado unos 1.300 millones de euros obtenidos por la venta de un paquete de acciones de Inditex S.A. en dos sociedades de inversión inmobiliaria de capital variable (Sicav), Alazan y Keslar.