Daniel Lacalle, estratega económico de Pablo Casado, posible futuro ministro, es un economista de plató televisivo. Pocos pueden 'vencerle' en un debate bajo los focos. Se peina bastante bien.

Es el Tom Cruise de 'Magnolia', con su pinganillo. Un macho asertivo. El Christian Bale de 'American Psyco'.

Mírame a los ojos, confía en mí. Te estoy diciendo la verdad: es hora de que abraces la libertad.

Quiere impulsar una 'revolución fiscal': bajarnos a todos los impuestos. Está convencido de que a menos presión fiscal, más recaudación, como con Ronald Reagan, con el que el déficit público se disparó para que después lo pagaran los demócratas de Bill Clinton. Porque, para todos ellos, un Estado es como una familia y mentiras por ese estilo.

Pero pagaremos todos más con esa revolución. Y lo sabemos. Porque los más pudientes, con menos impuestos no invertirán más en una economía estancada, dormida y desigual como la española. Porque no queremos comprar, porque tenemos miedo al futuro. Y volveremos a los mismos ciclos especulativos, a cebar las finanzas, el mayor derroche posible. Pero de todos modos, muchos confiarán en él.

Mírame a los ojos...

A los ojos lo debieron de mirar a Lacalle a su paso por PIMCO, la mayor gestora de renta fija -deuda pública, sobre todo- del mundo. Solo ocho meses allí, donde mejor se le habría pagado. Demasiada vocación política, deslumbrado por Esperanza Aguirre, por Cristina Cifuentes. Y por Pablo Casado. Qué ironía: Bill Gross, el gran genio financiero y fundador de PIMCO, dice ahora que hay que subir los impuestos a los ricos, redistribuir, domar el capitalismo, abrazar la Teoría Monetaria Moderna...

Pero Lacalle es de otra pasta, más español. Es la mitad que se ve, la de arriba, como Christian Bale, en su oficina, por la mañana, comprando y vendiendo a toda velocidad.

La revolución fiscal la pagaremos tú y yo. Un país sin moneda propia tendrá que reducir en gasto público los ingresos que perdamos con la prometida bajada de impuestos: Sanidad, Educación, Servicios Sociales... Siempre se puede privatizar, externalizar, mejorar la eficiencia.

Mírame a los ojos...

Todo esto nos dará la 'libertad' de contratar seguros, médicos privados, incluso escuelas a través de 'cheques', y así poder elegir el mejor colegio para nuestros hijos. Seremos más responsables y nos pondremos menos enfermos. Nos va la vida en ello...

Déjame de mirarme a los ojos y vótame. Yo nunca decepciono.

Andrés Villena Oliver es doctor en Sociología. En mayo publica “Las redes de poder en España. Élites e intereses contra la democracia” (Roca Editorial).