El azar puede hacer que te toque ser miembro de una mesa electoral en las elecciones generales del próximo 28 de abril. Y es que tanto el presidente como los vocales se eligen mediante un sorteo público, que se realiza en todos los Ayuntamiento del país entre los ciudadanos que tienen una edad comprendida entre los 18 y 70 años de edad y que saben leer y escribir.
Se elegirán, de forma randomizada y aleatoria, un presidente, dos vocales y tres suplentes. La asistencia es obligatoria y la no asistencia, siempre que no se justifique bajo los parámetros apropiados según el BOE, se condena con una pena de prisión de tres meses a un año o a una multa de seis a veinticuatro meses.
¿Cuándo se celebra el sorteo?
La elección se realiza entre los días 25 y 29 posteriores a la convocatoria de elecciones. Refrendado ya el decreto-ley e incluido en el BOE, el sorteo tendrá lugar entre el 30 de marzo y el 3 de abril. Tras esto, se procederá a la notificación de los elegidos en un plazo de tres días.
A partir de ahí, una semana será el plazo para alegar incompatibilidades documentadas que impidan la asistencia a la citación.
¿Qué ventajas tiene formar parte de una Mesa Electoral?
Los presidentes y vocales de las mesas, además de contribuir al desarrollo democrático de las elecciones, percibirán una dieta que oscila entre los 62 y 63 euros y que será entregada en mano por un funcionario del Estado a lo largo de la jornada electoral. Además, tendrán derecho a una reducción de su jornada de trabajo de cinco horas el día inmediatamente posterior a las elecciones, estarán protegidos por el sistema de la Seguridad Social frente a las contingencias y situaciones que puedan derivarse de su participación en las Elecciones y no podrán ser detenidos por ninguna autoridad del Estado salvo en caso de flagrante delito.
¿Qué tengo que hacer si soy suplente?
Los suplentes deben presentarse en el colegio electoral a las 8.00 horas del domingo 28 de abril. Si el titular no ha ido, tendrá que formar parte de la mesa electoral. En caso contrario, no pasará a formar parte de la mesa, y por tanto no percibirá ninguna dieta ni tendrá derecho a una reducción de su jornada laboral.
