El Congreso de los Diputados ha convalidado la última receta anticrisis aprobada por el Consejo de Ministros el pasado 27 de diciembre con 175 síes, siete noes y 164 abstenciones, incluida la de PP, Ciudadanos, Vox y ERC. La Cámara Baja ha dado luz verde al real decreto de medidas de respuesta a las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania que incluye, entre otras cosas, la supresión del IVA en los alimentos con tipo superreducido del 4% y la rebaja de otros productos como el aceite de oliva y la pasta, que pasan del 10% al 5%. Pese a haber percutido en ello, el Partido Popular se ha abstenido por considerarlo insuficiente. Por su parte, los socios habituales que integran el bloque de la investidura han prestado sus respectivas bancadas, no sin instar a Moncloa a implementar el paquete de forma estructural y advertir la regresión medioambiental que suponen los artículos 22 y 23 que suprimen los requisitos de tramitación de la declaración de impacto ambiental para instalaciones de energías renovables. El real decreto se tramitará como proyecto de ley con carácter de urgencia.

Moncloa ha prorrogado el grueso del escudo social a excepción de la ayuda de 20 céntimos por litro a los carburantes, que únicamente se mantiene para transportistas, agricultores y el sector pesquero. El Ejecutivo compensa esta medida incidiendo en la cesta de la compra. El real decreto aprobado el 27 de diciembre en Consejo de Ministro suprime el IVA de los alimentos con tipo suprerreducido del 4%. Además, disminuye del 10% al 5% el de productos como el aceite de oliva y la pasta. Se mantiene el tope al precio de los alquileres, el incremento del 15% para pensiones no contributivas, otras ayudas a empresas y las medidas adoptadas en materia energética, a saber, la bajada impositiva en el gas y la electricidad y la excepción ibérica. A todo el paquete, se le suma la medida estrella del mismo, arrancada por Unidas Podemos: el cheque de 200 euros para familias vulnerables sin Ingreso Mínimo Vital o, que en su defecto, sean pensionistas. La medida se orientará a aquellas personas con una renta inferior a 27.000 euros y un patrimonio de menos de 75.000.

“2023 será un buen año, empezando con la aprobación de este real decreto ley”, ha aseverado el ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, tras desgranar una a una todas las medidas que integran el paquete. Según los socialistas oponerse sería aberrante, pero sus aliados, incluso los que han votado favorablemente, han puesto deberes.

Rejonazo medioambiental

Su socio minoritario, Unidas Podemos, se ha congratulado de la práctica totalidad del paquete de medidas. El diputado Txema Guijarro ha pedido otorgar a esas medidas un carácter estructural para dibujar un horizonte social y verde, abundando en que las iniciativas económicas para paliar los efectos de la guerra en Ucrania deberían trascender el conflicto y ser perennes. Su compañero de filas y fundador de Alianza Verde, Juan Antonio López de Uralde, ha incidido en que los portavoces de todas las formaciones que sostienen al Gobierno han advertido sobre las consecuencias medioambientales de los artículos 22 y 23 que que suprimen los requisitos de tramitación de la declaración de impacto ambiental para instalaciones de energías renovables. “Obstaculizarán el desarrollo de las energías renovables de nuestro país eliminando el proceso de evaluación ambiental”, ha denunciado López de Uralde, esgrimiendo que “desde Unidas podemos apoyamos con fuerza el desarrollo, pero hay que hacerlo bien” y “así no se ayuda al sector porque permite que los malos proyectos, los que atentan negativamente al medioambiente, se cuelen, perjudicando a los que hacen las cosas bien”.

"Dicen que quieren agilizar, pero permiten que se puedan construir macroproyectos que afectan al medioambiente"

En sintonía con él, Esquerra, que se ha abstenido, y EH Bildu que ha votado a favor. Joan Capdevila, del Grupo Republicano, ha lamentado que el real decreto es un totum revolutum que incluye “medidas que nos gustan, otras que modificaríamos y otras que rechazaríamos”. En esta última categoría se encuentra el impacto ambiental que implica agilizar las licencias para macroproyectos medioambientales. “Lo almibarado de su arenga no nos endulza ni a los más diabéticos”, ha remachado. Por su parte, Oskar Matute, de la izquierda abertzale, ha valorado positivamente las “luces” del paquete anticrisis, pero aquejando las “sombras”. Al igual que ERC, Bildu se felicita por las bonificación al transporte público, el control a los precios de la electricidad, la prohibición de desahucios sin alternativa habitacional y la imposibilidad de cortar los suministros. No obstante, “algo más habrá que hacer porque ahora mismo se está desahuciando” y “existe la Cañada Real”.

Matute ha manifestado sus dudas sobre la rebaja del IVA de los alimentos porque beneficia a los ricos ya que atesoran mayor capacidad de consumo. Asimismo, ha pedido monitorizar la rebaja impositiva porque, como ya ocurrió con las ayudas al carburante, las empresas podrían subir los precios y dejarla sin efecto al tiempo que engrasan sus cuentas de beneficios. Por último, el representante de la izquierda abertzale ha criticado la “relajación y laxitud” de los macroproyectos energéticos que verán la luz sin los informes requeridos: “Dicen que quieren agilizar, pero permiten que se puedan construir macroproyectos que afectan al medioambiente”.

Más País, Compromís, la CUP y Teruel Existe también han percutido sobre esta arista. Tal es el malestar que el diputado turolense, Tomás Guitarte, se ha decantado por el ‘no’. Joan Baldoví no ha llegado a ese extremo, pero ha hablado de “caramelo envenenado”. Íñigo Errejón, en rueda de prensa, ha alertado de los peligros de suprimir los informes y agilizar los trámites, pues si bien hay que acelerar la transición ecológica, ha se hacerse de manera sostenible.

Chistes y excusas

El diputado del Partido Popular Jaime de Olano se ha limitado a escudarse en que no apoyan el real decreto porque no contempla la rebaja del IVA a carne, pescados y conservas, ni mantienen la ayuda de 20 céntimos al combustible. No obstante, se ha atribuido la medalla recordando que Génova fue quien propuso suprimir el IVA de los alimentos. En consecuencia, “no vamos a votar en contra de un decreto que incluye propuestas del PP”. “Rectifican, tarde, mal y a rastras”, ha concluido.

Iván Espinosa de los Monteros ha regresado del parón navideño con un extraño ramalazo cómico. El portavoz parlamentario de Vox ha comenzado su intervención atreviéndose con un chiste: “Hace tanto frío que he visto a un socialista meterse la mano en sus propios bolsillos”. Un chascarrillo más que mejorable y de cuestionable altura política que únicamente ha provocado una carcajada forzada de un parroquiano. Ya entrando en materia, ha censurado que Moncloa diga que baja impuestos porque, lo que deja de ingresar el Estado por el IVA lo recuperará con el nuevo impuestos a los envases de plástico no reutilizables. La diferencia radica en que el IVA lo pagan los ciudadanos y el impuesto a los plásticos, las empresas.

Siguiendo su impulso humorístico, ha ironizado con que Moncloa esta “madurando”, pero no en el buen sentido de la palabra, sino en perspectiva venezolana. Madurando de Maduro, ha explicado. “Vamos a ver estanterías vacías de alimentos”, ha dicho, en caso de que intervengan el mercado. Conviene recordar que ese mismo augurio lo hicieron con las mascarillas y el mercado eléctrico, y a día de hoy, España es ejemplo para toda la Unión Europea, ha logrado desinflamar la inflación hasta ser el país con menor cifra de la eurozona y mejorado las previsiones de crecimiento.