Las primeras reacciones por el anuncio de unas nuevas elecciones generales, las cuartas en cuatro años, no se han hecho esperar. El martes por la noche el Rey Felipe VI comunicaba que ningún candidato contaba con los apoyos suficientes para someterse a otra sesión de investidura, y convocaba unos nuevos comicios el próximo 10 de noviembre

Ni 48 horas después de este anuncio, la página del Instituto Nacional de Estadística (INE) ha estado fuera de servicio durante todo el día. Un hecho que es una consecuencia directa de la convocatoria de elecciones. A través de este portal la gente podía pedir que su nombre fuera retirado del censo electoral, y de esta manera no recibir propaganda electoral en sus buzones.

Un trámite que es posible gracias a una modificación en la Ley Electoral, aprobada en diciembre de 2018. "Serán atendidas las solicitudes de los electores que se opongan a su inclusión en las copias del censo electoral que se faciliten a los representantes de las candidaturas para realizar envíos postales de propaganda electoral", señala el artículo 39 de dicha ley. 

Asimismo, el INE ha asegurado que desde que se impulso este servicio, 112.000 se han acogido a ella. No obstante, aclaran que las peticiones las han recibido entre el 5 de marzo (fecha en la que se puso en marcha), y el 15 de septiembre, dos días antes de que el Rey anunciara la convocatoria de elecciones. De esta manera, se espera que el número de personas que opten por no permitir la propaganda electoral en sus buzones aumente considerablemente en las próximas semanas.