A contrarreloj, Ciudadanos ultima los últimos detalles para poner punto y final a la refundación del partido con las votaciones en las primarias, que se espera que lleguen a su fin este jueves por la tarde.

Las listas que encabeza, por un lado, Edmundo Bal y, por otro Adrián Vázquez y Patricia Guasp, aupados por la todavía líder de la formación naranja, Inés Arrimadas, se medirá sus fuerzas al hacer el recuento de votos que determine quién debe tomar las riendas de la dirección de la marca liberal de centro.

Los cerca de 7.700 afiliados con derecho a voto en la elección tienen que decidir entre tres candidaturas que tienen cuatro puestos prominentes. El modelo de bicefalia propuesto en el marco del proceso de refundación de Ciudadanos obliga a que la nueva dirección separe la parte política de la orgánica, por lo que cada candidatura va encabezada por portavoz y secretario general, respectivamente, y en la que se incluye también un vicesecretario general y un coordinador nacional.

Tres jugadores, un ganador

En primer lugar, la candidatura 'Renace tu partido' está capitaneada por la coordinadora 'naranja' de Baleares, Patricia Guasp, y por el portavoz de Ciudadanos en el Parlamento Europeo, Adrián Vázquez, como candidato a dirigir el partido. Les acompañan el concejal madrileño Mariano Fuentes como aspirante a vicesecretario general y el actual secretario de Organización y responsable del partido en Navarra, Carlos Pérez-Nievas, que opta a coodinador nacional.

En esta lista cuentan con el apoyo de Arrimadas, figura ya simbólica de la formación y que se relegará a la última posición de la misma, pero que, en cuanto a su figura parlamentaria, mantendría sus responsabilidades. Otros nombres son el diputado Guillermo Díaz; la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, y el portavoz en Cataluña, Carlos Carrizosa, y cuentan con el respaldo expreso de buena parte de los coordinadores territoriales. Esta lista, tachada de "oficialista" por sus detractores, obtuvo un total de 1.367 avales, convirtiéndose en la favorita.

En el segundo puesto, se encuentra la parte ‘reaccionaria’, la que dio un golpe en la mesa contra el modelo de Arrimadas, la liderada por el exabogado del Estado y portavoz parlamentario del partido en el Congreso de los Diputados, Edmundo Bal, que impulsa la candidatura de 'Ciudadanos de nuevo'. Lista de la que forman parte el concejal madrileño Santiago Saura -para secretario general-; y las diputadas Sara Giménez y Mari Carmen Martínez Granados -optan a vicesecretaria general y coordinadora nacional, respectivamente-. Obtuvieron la mitad de los avales que su lista rival, 679 en total.

Hasta el momento, ha logrado sumar el apoyo de dos tercios del grupo parlamentario en la Cámara Baja para erigirse como nuevo directivo de Cs. Concretamente, son seis de los nueve diputados los que le han ofrecido apoyo públicamente; otros dos se han decantado por Arrimadas mientras que, el último restante, se ha mantenido en la abstención.

Hay una tercera lista en liza, 'La base del cambio', promovida por el afiliado Marcos Morales para portavoz y la concejal del Ayuntamiento de El Álamo (Madrid) Laura Alves para secretaria general. Se colaron en la votación al lograr 142 firmas.

Clima de tensión con riesgo de fractura

Durante las últimas semanas ha sido casi palpable la tensión y las acusaciones que desde un lado y otro se vertían los propios miembros de la cúpula interna de Cs. En conversaciones con ElPlural.com, el ala más cercana a Bal justifican la dureza del debate: “Tienen la piel muy fina. Primero democracia, luego unidad”. Por el lado contrario, desde la facción oficialista, lamentan la estrategia de su “compañero”.

No esconden tampoco los riesgos que puede suponer uno u otro resultado en las próximas horas, ya que la situación actual puede derivar en rupturas subyacentes aunque, por el momento, se apuesta en conjunto por el futuro en común: la unidad de la marca ante las elecciones municipales y autonómicas y, a posteriori, la cita en las urnas generales.

La campaña durante este periodo se ha tildado de ‘sucia’ por los continuos ataques que se han sucedido entre ambas ‘familias’: “Veo bastante normal y democrático estos tonos que se están viendo, que por otro lado es natural porque cada uno defiende su idea de partido”, comenta un miembro de la lista de Bal a este periódico. “Desde el minuto uno hemos intentando presentar un proyecto, con perfiles nuevos y un discurso en positivo. […] Nos han llamado peleles, títeres, testaferros… No queríamos transmitir eso, pero hemos tenido que contestar con la verdad”, señalan a la contra voces del sector oficialista de Arrimadas.